El escaparate es la tarjeta de
presentación de nuestro negocio, e influye
en el tráfico de la farmacia. Si un transeúnte lo ve puede entrar (y tal
vez comprar), quizá se detenga, y si se para, podría entrar..., a lo mejor, se
sorprende, y si resulta sorprendido puede entrar..., quien sabe si trata sobre
alguna necesidad (que el transeúnte tiene), provocando que pueda entrar...
De tal suerte, establecer un escaparate atractivo, es fundamental
para que el cliente se sienta animado a entrar en la farmacia para interesarse,
e incluso llegar a adquirir un producto o alguno de los servicios que se
prestan.
Por ello, debemos ser conscientes
que el escaparate es algo más que un
espacio. Debe ser aprovechado para
incentivar la dispensación y venta.
Emplearemos esta primera entrada del
blog, dedicada al escaparate, para exponer ALGUNAS
CLAVES PARA APROVECHAR AL MÁXIMO EL ESCAPARATE DE LA FARMACIA:
1.- SER CONSCIENTE DEL ENTORNO en que se ubica la farmacia.
Pues las necesidades del barrio y la
clientela varían en función de su estrato social, su poder adquisitivo y la época del año. Así por ejemplo, no pondremos un escaparate
con productos de “lujo” en una farmacia de barrio obrero.
2.- ORIGINALIDAD
Un escaparate original es más
llamativo y aporta una imagen de atención al detalle que no se obtiene con un
escaparate montado de forma similar al que puede hallarse en cualquier otra
farmacia. Por otro lado, un diseño
original llama más la atención, provocando que los transeúntes que pasen
por delante, lo recuerden e incluso lo comenten con otras personas.
3.- ILUMINACIÓN
La iluminación es fundamental,
puesto que gran parte del tráfico de peatones se produce por las tardes y, hay
que tener en cuenta que en otoño/invierno a las 18-19 h ya es de noche. Sin una buena iluminación el cliente no
podrá observar de forma correcta el producto expuesto y no se despertará su interés.
Por otro lado, la fusión de luces y
sombras permitirá destacar aquello deseamos centre la atención. De tal suerte,
conviene que los productos estén siempre perfectamente iluminados desde varios
puntos, salvo que queramos dar protagonismo a un producto concreto. En ese caso
una iluminación vertical resulta mucho más efectiva.
4.- CONCISIÓN
El exceso es tan malo como la
ausencia. No sirve de mucho montar un
batiburrillo de productos donde la atención del cliente se dispersa entre una
multitud de reclamos. Por ello:
a).- Colocaremos pocos productos, bien escogidos y
distribuidos, y el resto libre. Plantar una excesiva cantidad de productos
trasmitiría desconcierto y mala imagen.
b).- Expondremos solamente productos de una categoría. Es mejor
promocionar juntos productos que tengan alguna relación. Un antigripal y un
bronceador no casan bien.
c).- No abusaremos de la decoración. La utilización de decoración debe
ser acorde al producto sin llegar a eclipsarlo. Un abuso de decoración resta
importancia al producto dejándolo en un segundo plano y, no soslayemos que la
función del escaparate es vender nuestros artículos.
5.- INDICAR LOS BENEFICIOS PARA
EL CONSUMIDOR
El escaparate debe dejar claro por qué el producto expuesto es
bueno para quién lo contempla. Si anunciamos, por ejemplo, una crema
hidratante, es altamente conveniente que
el cliente tenga claro qué le reporta su consumo: suaviza, nutre e hidrata
tu piel, protégete del sol (solares), frena la caída del cabello y estimula su
crecimiento (tratamiento para l caída del cabello)...
Además, debe invitar a la acción. El artículo expuesto se acompañará
de un eslogan o lema. Ejemplos: No te quemes (solares), STOP a la caída del
cabello...
6.- EMPLEAR IMÁGENES
Los clientes cada vez son más
visuales y, la mayor parte de impactos a los que están expuestos son visuales.
Una imagen vale más que mil palabras. Además
utilizaremos poco texto, mensajes claros y cortos con caracteres gruesos.
El mensaje debe ser visible y fácil de entender.
7.- MOSTRAR LOS PRECIOS DE LOS
PRODUCTOS.
En los tiempos que corren el precio
se vuelve una variable fundamental y, un producto expuesto sin precio pierde su
efectividad en el escaparate.
Debemos indicar el precio y el % de descuentos de las promociones. Si no se
pone el precio mucha gente piensa que es caro y por vergüenza no entra. Las
palabras “Oferta”, “Promoción”, “2×1”, venden no tenga miedo a usarlas.
8.- ADECUAR EL
ESCAPARATE A LA ÉPOCA DEL AÑO
Pues según
la estación, las necesidades del cliente varían indefectiblemente. Así:
a).-
Planificaremos las exposiciones. Es importante planificar qué productos se a
exponer para organizar existencias, promociones y campañas. Habla con los
laboratorios a ver en que pueden colaborar (bonificaciones, apoyo…)
b).-
Relacionaremos las exposiciones con eventos naturales (primavera, verano…) o
sociales (días mundiales, navidad…)
c).-
Expondremos productos adecuados a la temporada. A modo de ejemplo: solares en verano
o caída del cabello en otoño.
9.- ROTAR Y MANTENER LIMPIO EL ESCAPARATE
Cuanto más seguido actualice el
escaparate, más llamará la atención de posibles clientes. A partir de 15 días, un escaparate empieza a perder efectividad,
con lo que conviene cambiarlo cada 3 o 4 semanas para mantener
un interés sostenido por parte de los clientes.
Además, el escaparate no puede ser
un espacio donde simplemente se acumulan los carteles y productos Se debe mantener el escaparate ordenado y limpio
si no se quiere transmitir una imagen de dejadez y desidia que a toda costa hay
que evitar.
10.- TENER EN CUENTA LOS COLORES
Cada color provoca sensaciones
diferentes: el blanco agranda los espacios, el negro elimina las perspectivas,
aunque obligará a una iluminación muy específica, el rojo tiende a salir de la
fachada de la tienda e invadir la calle.
Como regla general: los colores cálidos favorecen la compra
compulsiva, los fríos inclinan hacia la compra reflexiva.
Finalmente los colores que
predominan en el escaparate influyen sobre la cantidad de luz que necesitará.
Si abundan los colores oscuros necesitará más luz.
11.- EN EL ESCAPARATE HAY ZONAS CALIENTES Y FRÍAS
No todas las zonas del escaparate
son iguales ni reciben la misma atención. Hay zonas calientes que se llevan
la mayor parte del pastel y son las que más cuidado deben recibir.
Habitualmente, el ojo se dirige primero al centro, luego va a la izquierda y
luego a la derecha. Los márgenes, tanto laterales como verticales, pueden caer
fácilmente en el olvido. Son zonas
frías, en las que no conviene invertir demasiado tiempo.
12.- CUBRIR LAS TRASERAS Y CERRAR EL ESCAPARATE
Cubrir las traseras y cerrar el escaparate permite que pueda destacar más,
centrando la atención en lo que se quiere transmitir.
Por ello, deberemos observar si nuestro escaparate
tiene mueble trasero o expositor. Si no dispone de él,
deberemos pensar en cerrar el escaparate con algunos estores o paneles.
Disponer de una trasera adecuada potencia el escaparate y ayuda a crear el
ambiente que se busca.
Si existe
el mueble, o trasero, forrarlo es una estupenda idea para lograr un mejor
resultado. Recuerden
que los muebles y expositores que se empleen han de realzar el producto, no
erigirse en protagonistas. Pero, habitualmente, el mueble suele ser de color
blanco o -si es más antiguo-, de color beige. Si no forramos el mueble con
algún papel o tela el producto no destacará y la composición perderá fuerza.
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