Las campañas y promociones nos
permiten crear expectación entre los clientes de nuestras farmacias.
Intensificando su interés en visitarnos. Además, son un recurso muy eficiente
para descubrirles la necesidad de adquirir nuestros productos. También pueden
emplearse para dar a conocer productos nuevos, para aumentar la rotación de
algunos artículos, o para eliminar existencias de otros con menor rotación.
Toda campaña requiere un trabajo previo de planificación. Hay que conocer previamente cuál será el público al que va dirigida
y, sobre todo, plantear qué se va a
decir, y cómo se comunicará. Bien a través de cartelería específica, o
exponiendo el producto en una zona caliente de la farmacia,… Debe conocerse con qué recursos (incluyendo qué
canales) y con qué presupuesto se pueden
contar. También ha de especificarse
el calendario de la campaña, porque las campañas tienen fecha de caducidad
(recuerden que las campañas y promociones tienen una duración limitada), para
poder incentivar las compras por impulso. Así debe percibirlo el cliente.
EJECUCIÓN DE LA CAMPAÑA
Para la preparación y realización de
una campaña promocional en una farmacia se siguen los siguientes pasos:
1.- Justificación de la campaña
¿Por qué haremos esa campaña
promocional? ¿Por qué se ha elegido ese momento? ¿Por qué esa temática?...
Por ejemplo, para el mes de octubre realizaremos una campaña de promoción de
"productos para la caída del cabello", pues deseamos potenciar la categoría "cuidado capilar". La
subcategoría "caída del pelo" presenta cierto carácter estacional con
un incremento de ventas durante el otoño. Hemos decidido aprovechar la oferta
de un laboratorio, que apoyará nuestra promoción y nos facilitará material y
productos para la misma.
2.- Definición de la campaña
En ella se eligen los productos
que van a ser el eje de la campaña (champús
y ampollas para la caída del pelo). Se escoge un lema, el lema
probablemente sea lo más importante de toda la campaña, ya que en torno a él
gira todo el mensaje publicitario, y a él se refieren todos los productos que
integran la campaña (por ejemplo: ¡Ponle
fin al pelo débil!, o recupera tu
densidad capilar).
También se fija la duración, se
plantea un objetivo potencial de ventas (a partir de las ventas del mes
anterior y de los 13 últimos meses de esos productos que constituyen el eje de
la promoción), y se fija un presupuesto del coste que acarreará (especialmente
en la señalética –cartelería: estopores (stoppers), indicadores de
ofertas y precios,.. –, que se empleará, y el escaparatismo), pero también de
lo que se necesitará para comprar los productos.
También hemos de decidir qué tipo de promoción ofrecer:
- Dar un porcentaje de descuento sobre el precio
- Crear paquetes, regalando un producto complementario con el producto eje
- Cupones descuento para próximas compras
- Realizar un concurso...
En cualquier caso, si nos decidimos por efectuar un descuento sobre el precio, previamente debe conocerse el punto muerto promocional y el umbral de ventas adicionales, que van a condicionar el objetivo potencial de ventas.
- Dar un porcentaje de descuento sobre el precio
- Crear paquetes, regalando un producto complementario con el producto eje
- Cupones descuento para próximas compras
- Realizar un concurso...
En cualquier caso, si nos decidimos por efectuar un descuento sobre el precio, previamente debe conocerse el punto muerto promocional y el umbral de ventas adicionales, que van a condicionar el objetivo potencial de ventas.
El punto muerto promocional es
el número de unidades que debemos vender para obtener el mismo beneficio que
sin promoción.
El umbral de ventas adicionales
es el porcentaje de ventas adicionales requerido para compensar el cambio de
precio.
Ejemplo: Queremos hacer una
promoción de un CHAMPÚ ANTICAÍDA, ¿cuántos champús en promoción tenemos que
vender para que no afecte a la rentabilidad?
Datos:
Ventas en unidades durante el mismo
mes del año anterior: 4 unidades
PVP: 14.3 € (coste 9.97)
Margen unitario en €: 4.33 €
PVP promoción: 12 € (descuento: 15%
aprox.)
Cálculos:
PMP = 4 x 4.33 / (4.33 - 2.3) = 8.53
Las unidades totales de venta
durante el mes de la promoción tienen que ser como mínimo de 9 unidades para no
perder dinero con esta acción promocional en concreto. Por tanto, tenemos que
aumentar las ventas en 5 unidades respecto el año anterior.
Sin embargo, tenemos suerte. Hay una
oferta y podemos adquirirlo con un 9% de descuento (el coste ha bajado hasta
9.48 € y la diferencia entre margen unitario y coste unitario promoción es
ahora de 2.52).
Calculamos: PMP = 4 x 4.33 / 2.52 = 6.87
De tal suerte que, el mínimo de
ventas es de 7 unidades. (Aún así, casi hemos de duplicar las ventas).
Una vez calculado el incremento de
ventas que hemos de conseguir con la promoción, será fácil establecer el
objetivo y por tanto analizar el resultado de la promoción. ¿Pensamos que
podremos alcanzar este incremento de ventas? Pues adelante.
También conviene realizar un
análisis de la demanda (estudio de la publicidad de medios masivos y de las tendencias para la
temporada), un análisis de la competencia: revisar que hacen otras
farmacias de la zona, u otros establecimientos (como herboristerías,
perfumerías y grandes superficies), que puedan competir con la farmacia. Porque si elegimos promocionar un artículo que nuestros clientes no necesitan (y en consecuencia no demandan), o nuestra competencia tiene mejor oferta, la campaña está abocada al fracaso.
Y estudiar si existen
oportunidades durante la campaña para trabajar productos de los que se tiene un
exceso de stock que coinciden con el lema y los objetivos de la campaña,
y que puedan ser promocionados juntos. Por ejemplo: esta campaña (sobre caída
del pelo), nos ofrece la oportunidad de recomendar un champú para caspa grasa (entre un 60-70% de la alopecia difusa está
relacionado con exuberancia de la glándula sebácea), o aconsejar soluciones de minoxidilo, etc. En
una campaña sobre alergia primaveral, además del tratamiento convencional
(antihistamínico oral, descongestivo
nasal, y colirio antihistamínico), podrían recomendarse productos como soluciones salinas, mascarillas, o vaselina
para labios que pueden ser útiles para el paciente. En otra campaña sobre
el dolor de espalda (cuyo eje residía en el complejo de vitamina B), analicé que existencias teníamos de AINE orales y tópicos, fajas, geles de
frío-calor, e incluso de valeriana
(que podría facilitar el descanso nocturno).
3.- Establecimiento de la estrategia
de la campaña
En esta fase se concreta el
objetivo que se quiere conseguir (por ejemplo: aumento de la cifra de venta
del “producto eje” respecto al año anterior, y reducción de stock de los
productos oportunidad), y se diseña la promoción pensando cómo se trasladará
al escaparate y al interior de la farmacia (cartelería y exposición masiva
de producto).
Para dar visibilidad a la campaña se
empleará un cartel de 0.5 m2, estopores con el mismo lema y cajas
expositoras o regletas para destacar los productos eje en el lineal. También se
creará un escaparate específico.
Los productos eje se ubicarán en un
lugar destacado y muy visitado de la farmacia (zona caliente). Preferiblemente
cercano al mostrador, que permita al equipo promocionarlo con facilidad.
Tampoco olviden que junto a estos
elementos estáticos de promoción, la farmacia puede emprender una serie de
actividades que pueden fomentar el conocimiento de los productos, como por
ejemplo: charlas informativas o demostraciones de producto.
4.- Programación de la campaña
Antes de ponerla en marcha, es preciso trabajar arduamente
en:
a).- Información/formación del
equipo
El éxito de la campaña depende casi
más de las personas que la ponen en práctica que de su proceso de diseño y
ejecución. Sólo si todo el equipo está informado, formado, motivado e implicado
la campaña será efectiva.
Una forma efectiva de conseguir que
todo el equipo se sienta implicado es utilizar la lluvia de ideas (brainstorming),
como herramienta para facilitar el surgimiento de ideas sobre el tema de la
campaña. Esta técnica da la oportunidad de hacer sugerencias a todo el equipo
de la farmacia y aprovecha la capacidad creativa de todos sus miembros.
b).- Argumentario. ¿Qué
argumentos se comunicarán al cliente?
Recodemos que un buen vendedor no
“coloca productos” sino que proporciona satisfacción a las necesidades de sus
clientes ofreciendo soluciones y beneficios personalizados. La mejor forma de
conseguirlo es tener preparado un pequeño argumentario de los productos que
integran la campaña, de forma que se conozcan a fondo los beneficios que
aportan, las ventajas sobre otros productos del mismo segmento y las
oportunidades para el cliente.
c).- Asegurar que se dispone de existencias suficientes
Pues ofrecer un producto que ya no se tiene no es plato de buen gusto para nadie.
c).- Asegurar que se dispone de existencias suficientes
Pues ofrecer un producto que ya no se tiene no es plato de buen gusto para nadie.
5.- Evaluación y seguimiento de la
campaña
Para hacer un adecuado seguimiento
del desarrollo de la campaña y evaluar sus resultados se debe prestar atención
a los siguientes elementos:
1.- Aumento del volumen de ventas:
Durante el período en que la campaña está activa se deberá controlar que se
está cumpliendo el objetivo inicial de aumento del volumen de ventas y
garantizar que haya stock suficiente de productos para cubrir las
posibles ventas.
¿Se ha mejorado el objetivo inicial?
¿No se ha alcanzado? En este
segundo caso habremos de detenernos a conocer los motivos: ¿Ha fallado alguna
acción? ¿La promoción no fue suficiente? ¿El precio era inadecuado? ¿Los
objetivos fueron demasiado ambiciosos?...
Asimismo, acabada la campaña, es
necesario efectuar un análisis del sobrante, tanto de productos como de
material promocional, para decidir si son incluidos en futuras campañas.
2.- Índice de impacto. El
éxito de una campaña se puede medir en función de la atracción que provoca (se
mide relacionando el número de personas que se interesan por la campaña o
alguno de los artículos promocionados con el total de personas que entran en la
farmacia) y la motivación a la compra que despierta (se mide comparando la
cifra de ventas de los artículos en campaña con las ventas totales de la
farmacia). Otros índices valoran también las compras de productos distintos a
los promocionados, posiblemente realizadas por los clientes que han visto la
campaña o el escaparate.
3.- Satisfacción. Quizá la
mejor forma de determinar si a nuestros clientes les ha gustado la campaña, o
si han visto satisfecha alguna de sus necesidades o deseos de compra, es
preguntárselo directamente. Una breve encuesta o una entrevista con nuestros
clientes de más confianza nos proporcionarán datos para un análisis más
subjetivo, pero no por ello menos interesante.
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