martes, 11 de septiembre de 2018

La coherencia y el compromiso. Aplicación en ventas 2

En las 2 entradas anteriores hemos hablado del principio de coherencia y cómo es activado por el compromiso:
Una vez se ha aceptado un compromiso, la persona modifica su comportamiento para adecuarse a ese compromiso y ser coherente. Si el compromiso es público, activo (libre), sin presiones externas y requiere esfuerzo, tendrá aún más fuerza. De tal suerte que, se está mucho más dispuesto a aceptar algo si la propuesta se corresponde con compromisos o afirmaciones que previamente se han hecho.
También hemos explicado que existen tres tácticas que emplean este principio de coherencia. Durante las ventas, se emplean para: convencer o generar un deseo, influir en los indecisos y/o motivar la compra. Hemos expuesto las 2 primeras: “el pie en la puerta” y “un penique es suficiente”.
Hoy explicaremos cómo emplear la última de estas tácticas basadas en el principio de coherencia: La bola baja, o como prefiero denominarla, bola a la base.
LA TÁCTICA DE LA BOLA BAJA (O DE LA BOLA A LA BASE):
Se pretende conseguir que la persona se comprometa a realizar una conducta basándose en una información que es falsa o incompleta. Se llega a un acuerdo sobre unas bases o condiciones, pero una vez que se ha tomado la decisión y se ha llegado a un compromiso se empeoran las condiciones iniciales.
Un ejemplo que recoge Cialdini, sucedía en un concesionario de coches: a ciertos clientes se les ofrece un coche a muy buen precio, muy por debajo del que ofrece la competencia. El cliente a menudo toma la decisión de comprar el coche en ese concesionario debido a tan atractiva oferta. Además, se obliga al cliente a desempeñar cierto número de actividades con el fin de despertar en él un sentimiento de compromiso personal hacia el coche: se rellenan unos cuantos impresos de compra, se acuerdan las condiciones de financiación, se le deja probar el coche un día “para que se acostumbre a él y pueda enseñárselo a sus vecinos y compañeros de trabajo”. Así, el cliente desarrolla toda una serie de nuevas razones o “pilares” psicológicos que apoyan su decisión de compra. Entonces ocurre algo (descubrimiento de un error de cálculo: no se incluyó el coste del aire acondicionado o el jefe de ventas, tras una discusión, no autoriza la venta, o se había sobrevalorado el precio de su coche usado, etc.).
El cliente compensa la pérdida y se consuela, o incluso se siente feliz, pensando en las restantes buenas razones que apoyan su decisión. Nunca cae en la cuenta de que, de no haber sido por su decisión inicial, todas esas razones adicionales tal vez no habrían existido.

Es la táctica del “precio gancho”: Se publicita un producto de elevado precio con unas condiciones muy ventajosas, pero cuando el cliente llega a la tienda ya no queda es de producto, (al preguntar al dependiente nos dice que: "ya no quedan pues envían sólo tres por tienda". Al parecer lo ponen en letra pequeña en el anuncio). No obstante, sí disponen de otros de características similares, aunque en condiciones menos ventajosas.
Sin embargo, (después de haber tomado varias decisiones: vestirse, llamar a un amigo, desplazarse a la tienda…) lo más probable es que, cuando se reciba la información correcta se tienda a continuar con el compromiso inicial: se está dispuesto a comprar el otro artículo aunque se modifique la base (la ganga) sobre la que tomó su decisión inicial.
Existen variados ejemplos en los que entra en juego este principio: cuando va a un supermercado a por leche de oferta y se tiene que contentar con otra más cara porque la de oferta se ha agotado, o cuando va a comprar algo y se da cuenta de que el producto es ligeramente diferente del anunciado inicialmente. Raramente nos daremos la vuelta y saldremos del establecimiento, a causa del principio de coherencia.
Personalmente no me parece recomendable, porque es una gran fuente de frustración para los clientes. No obstante, la he usado en casa:
En el segundo trimestre, mi hijo adolescente vagueó en exceso y suspendió cuatro asignaturas. Y empleé la bola a la base:
1º.- Le propusimos (su madre y yo) el siguiente trato: Aprueba al menos 3 de las asignaturas (evitando repetir) y te compraremos esa consola que nos pides.
2º.- Lo dejamos estar, nuestro hijo comienza a ser más responsable y estudioso. Incluso imagino que se vería ya con  la consola nueva y se lo habría contado a muchos de sus amigos.
3º.- Cuando faltaba un mes para los exámenes, le dijimos que lo habíamos pensado, y que ese regalo era muy costoso, por lo que valía un mayor esfuerzo. Debía aprobar todas.
Al final nuestro hijo aceptó el reto (ya se había visto con la nueva consola, lo había contado en público, y desdecirse entre sus iguales cuesta). Por cierto, ¡lo logró!
Esta táctica se emplea en las farmacias:
Un delegado les llega con unas condiciones de compra muy buenas...
Tras exponer su oferta (consiguiendo nuestra atención), se interesa por conocer la salida potencial de su producto (cómo sale su producto, cómo se mueve en líneas generales su competencia directa…, por ejemplo: ¿cuánto dextrometorfano en jarabe sale al mes?
Y todo ello aderezado con un poco de principio de escasez: Es una promoción, su duración es limitada, si no se deciden perderán la oportunidad…
Y con algo de principio de reciprocidad: No hay problema, estamos en mayo, pero el pedido les llegará a comienzos de septiembre, y lo paga a 90-120 días, (lo va vendiendo durante 3 meses antes de pagarlo)…
Una vez logrado el compromiso, presentan el problema: las condiciones de compra tan buenas requieren cierto volumen de compra. Pero es que son unas condiciones muy buenas…
Y el titular que no pregunta a su equipo, se encontrará al final con dextrometorfano y cloperastina para año y medio…
Como ven, no se cuenta toda la verdad desde el principio. Primero se logra el compromiso y después se presentan los costos reales, porque esto produce mejores resultados que describir todos los costos antes de que el cliente tome la decisión.

En situaciones similares, esta táctica resulta más eficaz que la del  “pie en la puerta” ya que el compromiso inicial parte del propio sujeto.
Variables que incrementan la eficacia:
- Si el primer compromiso lo realiza la persona libremente,
- Si el compromiso es público, y
- Cuando se aumenta el número de conductas y obligaciones previos a la decisión final.
La principal diferencia entre las dos técnicas:
- En la del "pie en la puerta" a los sujetos se les pide que accedan a dos comportamientos, el inicial y el final.
- En la de la "bola a la base" a los sujetos se les pide que accedan a un solo comportamiento. En éste último caso, el compromiso de las personas es mayor, ya que han dicho sí previamente a ese comportamiento en concreto.
La táctica de la bola a la base va a sernos útil cuando: nos solicitan un producto que han visto anunciado en los mass media (medios de masas, como radio y Tv), y que no tenemos en existencias. Porque tenemos otro de similares (a veces idénticas características), cuyo fabricante en lugar de usar su dinero en publicidad, lo empleó en ofrecernos mejores condiciones de compra.
- Cliente: Buenos días, venía buscando SUP… unas vitaminas que en la tele dicen que están de oferta.
- Farmacéutico: Perdone la pregunta: las vitaminas, ¿son para usted?
- Cliente: Sí, son para mí.
- Farmacéutico: ¿y por qué piensa que necesita tomar vitaminas?
- Cliente: Porque me noto decaído y sin energía.
- Farmacéutico: Ajá, decaído y sin energía, ¿le ha ocurrido antes?
- Cliente: Me ocurre a veces, cuando empiezo tras las vacaciones, o cuando en invierno cojo un resfriado...
- Farmacéutico: Bueno las vitaminas activan la energía y vitalidad. Pero yo le recomiendo que el complejo vitamínico incluya ginseng que contrarreste ese cansancio.
- Cliente: ¿Ginseng?
- Farmacéutico: Sí, el ginseng es tonificante y revitalizante: aumenta el rendimiento físico y disminuye la sensación de fatiga. Además es adaptógeno: tiene acción antiestrés y mejora el estado de ánimo.
- Cliente: Bien.
- Farmacéutico: (va a por el complejo vitamínico que pone en las manos del cliente). Este complejo contiene vitaminas y minerales que necesita para mantener su vitalidad. Además lleva ginseng para contrarrestar el cansancio ocasionado por el estrés, las prisas, o el ritmo frenético. ¿De acuerdo?
- Cliente: De acuerdo.
- Farmacéutico: Además lleva probióticos que aportan 2 beneficios extra: Participan en la buena asimilación digestiva de vitaminas y minerales aumentando su eficacia. Y fortalece las defensas, protegiendo al organismo en periodo de estrés y agotamiento. ¿Se da cuenta? (Lo dice mientras hace esta última pregunta el farmacéutico cabecea asistiendo).
- Cliente: Me doy cuenta.
- Farmacéutico: Finalmente, lo tengo en promoción: “la 2ª unidad al 50%”. Te sale igual que SUP…
- Cliente: Vale me lo llevo.
En este caso, la verdad que he callado es que no tenemos la oferta de SUP… Por supuesto, podría haberlo dicho y continuado diciendo “pero tengo otro de oferta…”. Sin embargo, el uso de la táctica de la bola a la base mejora la tasa de conversión.
Recuerden: La necesidad de ser coherentes es una bicoca para los vendedores, que  han comprendido la fuerza del compromiso personal. Su poder nos induce a buscar constantemente nuevas justificaciones para nuestra decisión y nos hace olvidar que no habría ninguna necesidad de ellas si el compromiso no hubiera sido tomado de antemano. Dependiendo de los motivos de las personas que las utilizan, las tácticas basadas en la coherencia y el compromiso pueden emplearse tanto para bien como para mal. Lo importante es conocer y no perder de vista los mecanismos de su funcionamiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario