domingo, 16 de diciembre de 2018

El principio del contraste

¿EN QUÉ CONSISTE EL PRINCIPIO DEL CONTRASTE?
La ley del contraste se basa en un principio psicológico básico: como seres humanos, no percibimos una cosa por sí misma, sino en relación a otras.
Para experimentarlo basta con que poner tres recipientes con agua: uno con agua caliente a la izquierda, uno con agua bien fría a la derecha y uno con agua a temperatura ambiente en el centro. Sumerja una mano en el agua caliente y la otra en el agua fría. Tras un instante, sumerja ambas manos en el recipiente con el agua a temperatura ambiente.
¿Qué siente?
Sorprendentemente sentirá dos sensaciones distintas: una mano le dirá que el agua está fría mientras que la otra mano le dirá que el agua está caliente, ¡aunque el agua es la misma!
El agua templada te puede parecer fría si acabas de sumergirte en agua hirviendo; o bien caliente si justo sales de una piscina helada. De igual manera sucede cuando levanta algo muy pesado y seguidamente coges un objeto muy ligero… ¿no tiene la sensación de que este último es aún más ligero de lo que realmente es?
Cuando se observan dos cosas de manera seguida, tendemos a percibir la segunda de ellas en base a la primera experiencia recibida. Este mismo principio lo puedes utilizar en la venta, ya que si presentas varios productos en un orden concreto, el cliente valorará los últimos en relación a los primeros.
Veamos un ejemplo muy sencillo. Imagine que quiere ofrecer un producto que cuesta 20 € a un cliente; pero antes le presenta otro producto similar que vale 10 €. ¿Qué crees que opinará el cliente de la segunda oferta? Que es cara. En cambio, si primero le ofreces un producto de 40 € y luego otro similar pero que cuesta 20 €, el segundo producto le parecerá una “ganga”. De tal suerte, si la persona que le atiende es un buen vendedor, siempre le enseñará los artículos en orden descendente de precio, ya que al ver algo “caro” en primer lugar,  la percepción que tiene del siguiente artículo es que este es más barato de lo que realmente es.
Siguiendo con otro ejemplo… Imagínese que va a comprarse un traje muy caro. Una vez que está en caja para pagar le ofrecen un precioso pañuelo como complemento muchísimo más barato en comparación con el traje. Aquí es cuando el principio del contraste empieza a trabajar. Una vez has desembolsado una gran cantidad de dinero por un artículo, no le importa gastarse un poquito más en algo que es mucho más barato en comparación. Hum, seguro que ahora mismo está pensando en los vendedores de coches ¿Lo entiende todo ahora, no? Poner cristales tintados puede parecer caro, pero después de comprarse un coche por 30.000 €, ya no lo es tanto, ¿verdad?
El poder de la ley de contraste no solo reside en que invariablemente funciona, sino en que es completamente indetectable. Podemos aplicarla en otros contextos, desde el orden en que presenta los artículos en un catálogo, el orden en que explica los servicios en un call-center y hasta cómo ubica los productos en una tienda.
Siempre presente primero la opción menos satisfactoria, ya sea en atributos o en precio, e inmediatamente la opción que espera vender, así logrará multiplicar la probabilidad de venderla cuando los potenciales consumidores la perciban desproporcionadamente más atractiva.
Pongamos otro ejemplo: ¿qué necesita aclararle a sus clientes?, ¿qué ventajas tiene un producto sobre sus competidores que no son tan evidentes o que desconocen?
Así, podemos emplear el ambroxol (mucolítico que debe tomarse cada 8 horas), para posicionar a acetilcisteina 600 mg (que se toma una vez al día), comparando el tiempo de mejoría de cada uno. El menaje es: "¿por qué escoger una medicina para la mucosidad que no dure lo que usted necesita?". O a este paciente que me ha solicitado paracetamol para los síntomas de gripe (malestar y congestión nasal), tras decirle que el paracetamol sólo trata el malestar, le recomiendo un antigripal que trata también la congestión. en este caso el mensaje es: "¿va a dejar un síntoma sin tratar?, ¿por qué?".
Ahora que ya conoce este maravilloso principio que rige nuestro comportamiento, empieza a ponerlo a tu favor aplicándolo en tu comercio, en tus negociaciones y/o en su vida cotidiana.
 ¿CÓMO HACER QUE EL PRINCIPIO DEL CONTRASTE JUEGUE A SU FAVOR?
Por último y para acabar, aquí van algunos consejos para que ponga en práctica de forma inmediata lo que acaba de aprender en este post:
  1. Cuando negocie, siempre fije cifras que estén por encima de su objetivo ideal.  Si cuela, eso que gana. Si no cuela, el principio del contraste jugará desde un principio a tu favor.
  1. Si tiene algún producto en oferta, debe cerciorarse de que siempre aparezca el precio anterior al de establecer la oferta.
  1. Si va a ofrecer productos de diferente precio, comience siempre presentando el más caro.
  2. Si quiere vender accesorios, hágalo siempre después de vender el producto principal. ¡Acuérdese de los vendedores de coches!
  3. Si va a presenta productos de diferente calidad, muestre siempre primero los de menor. Conseguirás que los productos sean percibidos como de mayor calidad.
  4. Si tienes una tienda, coloque sus productos “estrella” entre otros que resalten sus ventajas.
  5. A veces conviene añadir a la oferta de su empresa versiones “infladas” de los productos, más caras y con opciones “premium”, para que los artículos básicos parezcan más competitivos.
  6. Si elabora un catálogo, ordene los artículos y familias en función del precio o la calidad.
  7. También puede utilizar la ley del contraste al comparar tus productos con la competencia.

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