¿POR QUÉ IMPLEMENTAR VENTAS CRUZADAS EN LA FARMACIA?
Hace un par de meses, recibí un
correo solicitándome respuesta a varias preguntas sobre ventas cruzadas en la
farmacia. Reflexioné sobre las mismas y las contesté. Ordenando papeles,
encontré mi manuscrito con las respuestas y he considerado que puede ser un
material interesante, por lo que tras revisarlo he redactado algunas entradas.
1.- ¿QUÉ CONSEJO LE OFRECERÍAS A
AQUELLOS FARMACÉUTICOS QUE SE NIEGAN A IMPLEMENTAR LAS VENTAS CRUZADAS EN LA
OFICINA DE FARMACIA?
¿Un consejo? Si le soy sincero a un
farmacéutico que se niega a implantar ventas cruzadas, más que darle un
consejo, le haría una pregunta: ¿Por qué? ¿Por qué no quiere? Pues imagino que
tendrá motivos.
A lo mejor no quiere implementar
ventas cruzadas porque nunca ha trabajado de esa manera. Sin embargo
ello no significa que no pueda cambiarse de forma de trabajar. Por ejemplo, yo
antes rellenaba a mano el libro recetario. Ahora utilizaría la versión
informatizada.
Tal vez no quiera forzar al
cliente a comprar más de lo que necesita. ¿Cree que la venta cruzada
persigue endosarle cuantos más productos mejor? En mi opinión no es así. Si
intentara hacer eso, si intentará hacer eso, el cliente no se llevará “ese/os
producto/s extra”, o buscaría otro establecimiento donde no le quieran colocar
“mercancía extra” en cada visita, o haría ambas cosas. El resultado: se pierden
clientes.
Pudiera ocurrir que piense que
vender, y más aún, vender por sugerencia traiciona los más altos principios de
la profesión.
Sin embargo, permítame algún
ejemplo:
1.- Supongan que están en el
mostrador y le sucede esto:
- Usuario: Buenos días, ¿me da
una caja de paracetamol?
- Farmacéutico: Buenos días. ¿Qué
le sucede?
- Usuario: Creo que me he
resfriado. Anoche tenía fiebre y me dolía todo el cuerpo. Por eso me tome un
comprimido de paracetamol. Pero se me ha acabado y quiero una caja.
- Farmacéutico: Bien, permítame
una pregunta: ¿ha notado otros síntomas?... ¿congestión nasal?, ¿tos?...
- Usuario: Sí, congestión nasal.
Pero tos no. Y esta agüilla que se me cae. ¡Llevo todo el día con los kleenex
en la mano!”.
- Farmacéutico: ¡Ajá! Tenemos
fiebre, malestar general, congestión y rinorrea. No obstante, el paracetamol
solo sirve para fiebre y dolor. Mejor llévese este antigripal que además de
tratar la fiebre y el dolor, también sirve para la congestión y la rinorrea….
¿Le recomendarían a ese paciente un
antigripal en lugar del paracetamol? ¿Sí? Pues acaban de hacer un tipo de venta cruzada
denominado “up-selling”.
Veamos otro ejemplo clásico:
2.- Me llega una mujer que está
tomando anticonceptivos orales. Se los dispenso y me aseguro que los toma para
una indicación lógica, que no hay contraindicaciones o interacciones, y que los
está tomando de la forma adecuada.
Sin embargo, conozco que esos
anticonceptivos son fotosensibilizantes. ¿Le comento el peligro de la aparición
de manchas y que convendría que usara un fotoprotector? ¿O no?
He elegido comentárselo. ¿Lo hago
porque estoy tratando de venderle un fotoprotector? ¿O porque intento que se
administre su medicación de forma segura?
Otro ejemplo:
3.- Sea un paciente mayor (que no
tiene cuidador que se haga responsable de su medicación), y durante la
dispensación (al preguntarle) no me dice de forma clara cómo se está tomando su
medicación. Eso me sugiere posibilidad de incumplimiento. ¿Le comento que
tenemos un servicio de revisión de uso de la medicación (RUM)? ¿Y nuestro servicio
de ayuda al cumplimiento con dispositivos SPD?
Por supuesto que no. ¡Le estaría
intentando vender un servicio! Sin embargo, ¿no estaría intentando hacer todo
lo que está en mi mano para que cumpla el tratamiento?
En ambos casos (fotoprotector y
servicio profesional) se está realizando una venta cruzada (del tipo “cross-selling”).
Lo pueden llamar recomendación
farmacéutica, pero lo que están realizando son ventas cruzadas.
Es posible que la idea de usar
ventas cruzadas genere dudas en el farmacéutico. ¿Genera rechazo en el
cliente? ¿Se pone en peligro la venta actual? (he aquí 2 ejemplos de temores).
¿Se confunde al cliente ofertándole demasiados productos/servicios? (éste sería
un ejemplo de desconfianza).
¿De veras va a ocurrir eso? Los
defensores de las ventas cruzadas lo niegan (lo consideran un paradigma). Yo
afirmo que solo sabrán las respuestas intentándolo. Y aún iré más lejos si
ocurriese algo de esto ¿era inevitable? ¿O fue su comportamiento (inseguridad a
la hora de ofrecer el artículo complementario, incapacidad de detectar que el
cliente “iba a tiro fijo”, etc.) el que provocó que ocurriera? (Estas preguntas
también deberán hacérselas cuando analicen lo que sucedió).
Incluso puede que usted no
implemente las ventas cruzadas porque “está bien así”. En ese caso le
preguntaría ¿y no le gustaría estar mejor?
No tengo autoridad para aconsejar a
quien no desee implementar ventas cruzadas, como mucho explicarle por qué he
evolucionado desde una postura casi neutra: “la venta cruzada es una
herramienta y como tal no es ni buena ni mala en sí misma” (ésta fue mi primera afirmación
sobre ventas cruzadas), a defender de forma categórica que la farmacia debe
utilizar las ventas cruzadas. Hay 2 razones:
La primera es una convicción:
Permitan que reflexione sobre una
pregunta: ¿cuál es la misión del farmacéutico en la farmacia comunitaria?
Nuestra misión tradicional era
garantizar el acceso al medicamento en condiciones de calidad,… sin embargo
desde hace 2 décadas esta misión tradicional se ha ampliado: Además el
farmacéutico intenta garantizar que las personas obtengan el máximo
beneficio de sus tratamientos farmacológicos (en palabras de la FIP). De
tal suerte que, el farmacéutico identificará y corregirá aquellas
situaciones -las denominamos PRM- que impiden o pueden impedir que los
objetivos de seguridad y efectividad se alcancen (en palabras de FORO de
AF).
Por ello, durante la dispensación y
la indicación el farmacéutico hace (o debería hacer preguntas) y cuando detecta
algún problema el farmacéutico debe actuar: aportando información personalizada
(consejo y recomendaciones), o derivando al médico o a otro servicio
profesional, o incluso recomendando un producto diferente al que inicialmente
el paciente pensaba utilizar o un producto complementario para paliar un
problema que puede surgir al utilizar ese primer producto que el paciente
solicitó. Resumiendo, el farmacéutico descubrió una necesidad del paciente y
actuó para satisfacerla.
Mi conclusión, mi convicción es que
no debo renunciar a utilizar ventas cruzadas como una herramienta más para cumplir
mi misión.
Les haré una última pregunta:
¡respóndanse honestamente! ¿Cómo se sentiría un paciente al que no le
suministro información, sobre un servicio/producto que le beneficia, porque no
quería molestarlo ni imponerle nada y como consecuencia de no utilizar, ese
producto/servicio, su estado ha empeorado?
Imaginen un paciente que usa
inhaladores que adquirió una candidiasis porque no se le recomendó un colutorio
después de las inhalaciones. O la paciente de antes que por no utilizar
fotoprotector ahora le han salido manchas. O el paciente de antes que continuó
siendo incumplidor y ha acabado visitando urgencias…
No… Yo estoy convencido: si ese
producto/servicio extra beneficia al cliente, le satisface una necesidad mi
obligación es decírselo. Lo expresé de la siguiente forma: “si el
producto/servicio beneficia al cliente potencial, cuando intento vendérselo no
lo estoy molestando, le estoy haciendo un favor”.
La segunda razón es una ironía:
Tengo perfectamente claro que el
futuro de la farmacia comunitaria está en la gestión del conocimiento. Soy un
firme partidario de desarrollar una cartera de servicios en la farmacia. Deseo
ser un farmacéutico asistencial y proveer servicios profesionales en la
farmacia (RUM, SFT, consulta farmacéutica, ayuda al cumplimiento con
dispositivos SPD, cesación tabáquica…)
Irónicamente, cuanto mayor es mi
deseo de proveer esos servicios profesionales mayor es mi convicción de que
necesito las ventas cruzadas. Porque, sinceramente no creo que la
Administración remunere los servicios que la farmacia le está proponiendo
(quizá porque la idea no ha partido de la Administración). Incluso en los
momentos en que soy más optimista y pienso que es posible, la realidad es que
la Administración no lo paga en la cantidad suficiente. Le expongo un ejemplo:
a 20-30 de mis pacientes habituales les vendría bien el servicio SPD, sin
embargo, veo que en el País Vasco –tras 5 años- la Conserjería sólo paga 2-5
pacientes/farmacia).
El único camino que me quedó, fue tratar
de vender los servicios a los usuarios de los mismos (verdaderos
beneficiarios). Y para lograrlo requeriré protocolos de ventas cruzadas
(porque las ventas cruzadas permiten hacer visibles los productos/servicios
poco conocidos) y otras técnicas de venta.
POSDATA:
Esta entrada fue publicada
originalmente el 13 de diciembre de 2015 en el blog “El rincón de Linimento.
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