La venta cruzada, es una estrategia
de venta en la que el vendedor, una vez tiene una venta segura, trata de vender
más productos o servicios relacionados con el anterior que su empresa también
comercializa.
VENTAJAS DE LAS VENTAS CRUZADAS
Cuando se piensa en venta cruzada
inmediatamente se colige en incremento de la facturación y por ende en
aumento de ingresos. Es evidente que la venta cruzada impacta directamente
en la cifra de negocio, pero no es ni mucho menos la única ventaja palpable
para las empresas.
Al establecer estrategias adecuadas
de venta cruzada también se consigue:
1.- Generar mayor valor para el
cliente.
Una buena estrategia de cross-selling
debe basarse en una buena “value proposition” (proposición de
valor). El cliente debe experimentar haber hecho un buen negocio. Se incrementa
la satisfacción del cliente ya que obtiene una solución más efectiva de lo que
esperaba.
Incluso aunque no adquiera el
producto adicional, el cliente se retirará con la percepción de que puede
contar con la empresa para ayudarle a tomar la mejor decisión de compra y el
conocimiento de que cuenta con una gama de productos o servicios que podría
requerir en el futuro. Lo que contribuye a mejorar la imagen de marca
y el posicionamiento en la mente del cliente.
No es un secreto que las empresas se
sienten cómodas cuando un proveedor funciona y es capaz de ofrecer una gama de
servicios que cubra todas sus necesidades. ¿Cuántos proveedores se quedan por
el camino por no ser capaz de seguir el ritmo de requerimientos de sus
clientes?
2. Generar mayor rentabilidad
para el proveedor.
Por un lado se reducen los gastos
en la gestión de ventas. Por otro, conseguir nuevos clientes es muy
costoso. Varios estudios demuestran que vender a un cliente ya en cartera es
hasta seis veces menos costoso que hacerlo a uno nuevo.
Con la venta cruzada se maximiza el
valor del cliente: Resulta más rentable desarrollar una “cartera de ventas
cruzadas” (buscar necesidades de productos/servicios complementarios/ampliados
en clientes habituales) que buscar y conseguir nuevos clientes que nos permitan
los mismos resultados finales.
Una acción de venta cruzada bien hecha
puede aumentar las ventas un 15%, lo que se traduce en aumento del 50% en
beneficio neto.
3. Aumentar la lealtad del
cliente.
Cuando al cliente no se le
satisfacen completamente sus necesidades se le incita a visitar a la
competencia (que puede
aprovechar la oportunidad para demostrar que son mejores proveedores).
Cuando el cliente suele adquirir más
de un producto/servicio se crea (lógicamente) un lazo más habitual firme y
agradecido. A mayor cobertura de necesidades mayor incremento de confianza,
el cliente ve sus necesidades cubiertas sin gran esfuerzo y se reduce la
posibilidad de que cambie de proveedor. Los clientes que reciben de un mismo
proveedor varios servicios son claramente más leales que aquellos que reciben
sólo uno y pueden migrar a la competencia sin grandes quebraderos de cabeza.
Esto se ve claramente reflejado cuando surgen problemas: un cliente que
contrata varios servicios dará mucho más margen a su proveedor para encontrar
una solución, que aquel que pueda romper la relación sin grandes perjuicios.
Además, si disminuyeran los ingresos
procedentes de un producto/servicio, la empresa puede ser capaz de recuperarlos
suministrando otros y
restablecer así la confianza; una misión imposible cuando el cliente que sólo
ha contratado un servicio se ha perdido.
4. Multiplicar las oportunidades
de nuevas ventas.
Cuanto más se conoce al cliente
mayores probabilidades se tiene de advertir nuevas oportunidades. Cuanto más
trabajo se realiza para un cliente, más trabajo se acaba teniendo. El cross-selling
surge de detectar indicios de nuevas ventas “leads” y, a la vez, genera
nuevos “leads”. El éxito llama al éxito.
5. Hacer más visibles los
productos/servicios menos populares.
Muchas empresas se equivocan al asumir
que sus clientes conocen toda su cartera de productos/servicios.
Generalmente las personas –salvo que sean verdaderos evangelizadores o fans
de su marca– apenas tienen información del catálogo de productos/servicios
más allá de los pocos que ya utilizan.
Se ha conseguido lo más difícil
(lograr que le compren y confíen en su empresa), el siguiente paso será
continuar trabajando con sus clientes ofreciéndoles otras alternativas puedan
interesarles.
Hacer más visibles los
productos/servicios menos populares. Habitualmente las empresas se enfocan en promover
más los productos que más se venden, sin capitalizar el potencial de aquellos
que si bien se venden mucho menos, pueden ser mucho más rentables. Estos
productos/servicios son una gran oportunidad porque aportan una alta
rentabilidad al negocio al estar en mercados menos competidos o desatendidos
por la competencia. En el caso de la farmacia comunitaria, las ventas
cruzadas pueden hacer visibles algunos servicios profesionales que aún no son
conocidos por la clientela.
Al analizar las ventas por
producto/servicio o línea, usualmente se encuentra una alta concentración en
unos pocos. Son los llamados “pareto”, aquellos que hacen el 80% de la venta
total.
Sin embargo, concentrarse en unos
pocos productos es un gran riesgo. Si disminuyen las ventas de alguno, cae la
venta de la empresa. Además, es en los productos pareto donde existe mayor
competencia en precio. Cuando hay mercado, surgen competidores y la presión por
reducir el precio es mayor. La oferta aumenta. Además surgen los "switchers",
es decir, los clientes que cambian constantemente de proveedor atraídos sólo
por el coste del servicio
La venta cruzada permite combinar
productos/servicios pareto y no pareto complementarios a las necesidades de un
cliente.
6. Crecer en mercados maduros.
Porque estimula las ventas de
productos y servicio secundarios. Esto es importante porque: cuesta mucho
crecer en mercados maduros, ya que este crecimiento debe hacerse superando a
competidores muy afianzados. (El 80% de usuarios tiene una farmacia
habitual) La única salida en estos mercados es vender nuevos servicios a un
mismo cliente. Arrebatárselos a la competencia es casi una tarea imposible (En
farmacia comunitaria, sólo un 3% de los clientes habituales, nos abandona al
cabo de un año).
7. Aumentar el know-how y
la oferta de soluciones.
Se pueden descubrir nuevas
aplicaciones de determinados productos y servicios. Incluso puede generarse el
desarrollo de nuevos productos/servicios por el proveedor. En ocasiones, la
demanda del cliente genera la oferta del proveedor. Si no se cuenta con el
servicio exacto que el cliente requiere, se crea “ad-hoc”. Y dado
que el cliente confía en el proveedor, la empresa logra aprender con él nuevas
prácticas y puede aumentar de forma natural su abanico de servicios. Lo que
era “ad-hoc” tiende a estandarizarse.
8. Lograr un conocimiento
exhaustivo del cliente.
Por encima de cualquier otra,
incluso de los beneficios económicos más palpables a corto plazo, la mayor
ventaja de una estrategia de venta cruzada bien planificada es el conocimiento
en profundidad que genera sobre el cliente.
Cuanto más consiga vender a través
de ventas cruzadas más conocerá a sus clientes y podrá obtener de ellos
las necesidades e ideas para futuros productos o servicios.
Cuánto más servicios se le
proporcionan, mayor grado de conocimiento sobre él se obtiene y más
servicios a medida se le pueden ofertar.
El conocimiento que la venta cruzada
ofrece sobre el cliente aumenta exponencialmente las nuevas oportunidades de venta
cruzada.
Y SIN EMBARGO…
Y sin embargo, ninguna de estas 9
ventajas es lo que me hará utilizar las ventas cruzadas en la farmacia.
Usaré las ventas cruzadas porque
constituyen una herramienta más que me ayuda como farmacéutico a cumplir mi
misión.
Misión que pese a lo que algún
“¿bienintencionado?” experto en marketing, coach en gestión… diga no es: “transformar
a la farmacia en una empresa líder en prestación de servicios de bienestar,
trabajando con calidad y calidez, por y para las personas que nos rodean”.
Porque para hacer eso no se requiere
a un farmacéutico.
Mi misión, (la misión del farmacéutico) es ir
más allá de asegurar el acceso a los medicamentos. Es intentar garantizar
que las personas obtengan el máximo beneficio de sus tratamientos
farmacológicos. Para ello, el farmacéutico identifica y corrige aquellas
situaciones (que denomina PRM) que impiden o pueden impedir que los objetivos
de seguridad y efectividad se logren.
Y para corregir esas situaciones
(PRM) en ocasiones ha de recomendarse un producto/servicio complementario para
paliar un problema que puede surgir o habrá de sugerirse un producto/servicio
de prestaciones superiores al que se vino a buscar.
POSDATA:
Esta entrada fue publicada
originalmente el 15 de octubre de 2015 en el blog “El rincón de Linimento.
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