Por
las características de los artículos que se dispensan en la
farmacia, se abre un marco de venta en el que el conocimiento
específico del farmacéutico puede ser muy valioso: la venta
cruzada, que se produce cuando tras escuchar al cliente y
ofrecerle un producto o servicio, se le presenta, al menos, un
segundo producto o servicio que mejore los resultados del primero o
sea complementario para el logro de los resultados deseados.
En
consecuencia, no es descabellado que el equipo de la farmacia se
plantee implantar una estrategia de ventas cruzadas. Hoy dedicaremos
la entrada a señalar los primeros pasos que se deberían dar.
Obviaremos
el paso previo: haber desterrado la idea de que “la venta
cruzada es vender por vender”. No. La venta cruzada no es
endosar un artículo complementario para incrementar el tique.
No. Se trata de indagar qué necesidades/problemas tiene el
cliente, y una vez identificada su necesidad/problema (para lo
que se habrá de escuchar, escuchar activamente al cliente, y hacerle
las preguntas oportunas), ofrecerle una solución (si fuera
necesario ofertándole otro artículo complementario, o una versión
más completa del artículo inicial).
Una
vez que se ha interiorizado qué es, y por qué realiza una venta
cruzada, el primer paso es abandonar la idea de abarcarlo todo, y
comenzar a realizar ventas cruzadas centrándose únicamente en
una categoría.
Tras
elegir la categoría, se seleccionarán los productos (y/o servicios)
en los que realizar las ventas cruzadas. Esto es, se empezará por
un grupo concreto (una familia) para irse entrenando en la técnica.
Una categoría interesante para comenzar puede ser “niños”, ya
que los padres están abiertos a consejos y recomendaciones para el
cuidado de sus bebés. O quizá deseen empezar por la categoría
medicamentos publicitarios (una “categoría destino”, que supone
un porcentaje muy importante de la venta libre), y dentro de esta
categoría -porque llega el invierno-, la subcategoría respiratorio
y las familias: antigripales, antitusivos, etc.
Lógicamente,
a la hora de elegir estos artículos habrá de conocerse bien los
productos que hay en la farmacia. ¿Qué valor aporta ese producto
concreto? ¿Cuáles son los beneficios que obtendrá el cliente?
Huelga decir que el equipo debe conocer los artículos que hay en
el stock. De nada sirve tener un stock muy completo, o realizar una
buena gestión de compras, si el equipo no conoce que puede ofrecer
ese producto concreto como solución. También conviene conocer los
artículos de la competencia.
Una
vez definidos los productos se establecen los segmentos de
clientes a los que nos dirigiremos. Esto es, pensaremos en los
clientes a los que estos productos puedan suponer una ventaja.
En
el ejemplo que arriba hemos mencionado (categoría niños), nuestros
objetivos van a ser aquellas personas que buscan algún producto
infantil (vitamina D, medicamentos infantiles, artículos de higiene
o dietética infantil, etc.).
El
siguiente paso es crear protocolos de ventas cruzadas:
Nos
preguntaremos por qué / para qué acuden los usuarios a la
farmacia a por un producto determinado, y pensaremos a partir de ahí
qué necesidades/problemas soluciona ese producto, qué
necesidades/problemas concomitantes suelen aparecer y qué
productos/servicios complementarios las satisfarían.
Crearemos
el protocolo a partir de una batería de preguntas pensadas para
que el usuario cuente los problemas donde el farmacéutico pueda
ayudarle y argumentarle las soluciones.
Dichas
preguntas deben confirmar nuestras suposiciones sobre los
problemas/necesidades concomitantes. Por ejemplo: preguntar (a un
cliente que viene por un antibiótico para su hijo), si a menudo
tiene que usarlo, puede ser la entrada a recomendarle un complemento
para aumentar las defensas. Una pegunta sobre: ¿cómo nota la piel
del niño?, ¿se irrita con facilidad?, podría conducirnos a sugerir
una crema emoliente para la atopía…
La
clave va a estar en hacer sentir cómodo al cliente y dejar que se
comunique para descubrir cuáles son sus necesidades.
Es
recomendable establecer protocolos de actuación para poder trabajar
todo el equipo en el mismo sentido y marcar estrategias y
prioridades.
Hemos
planteado realizar protocolos a partir de familias de
productos/servicios, pero también se pueden plantear por
segmentos de clientes (por patologías) o por temporada.
Tras
realizar los protocolos de venta cruzada sólo queda entrenar en
cada una de las oportunidades que se nos planteen para realizar venta
cruzada: cuando un cliente del segmento definido llegue al
mostrador, averiguaremos mediante un pequeño sondeo la razón de su
visita y (cuando sea oportuno), le ofreceremos el producto/servicio
que nos indique junto con otro que mejore o complemente sus efectos.
IMPLANTACIÓN
ESCALONADA
Una
vez que el primer grupo de artículos ha sido entrenado y la
estrategia de venta cruzada ha comenzado a implantarse, es el momento
de seleccionar nuevas familias de artículos y segmentos de clientes
a los cuales dirigiremos nuevas recomendaciones.
De
tal suerte, con el tiempo irán incrementándose las familias de
productos/servicios, los segmentos de clientes, y las categorías a
los que se va a aplicar la estrategia de ventas cruzadas.
CONTROLAR
LOS RESULTADOS
Una
acción sin seguir su repercusión y sus resultados es inútil.
Periódicamente
debe analizarse la efectividad de las ventas cruzadas, para
mantener el equipo motivado, para introducir un nuevo impulso a su
desarrollo, y para que el equipo se dé cuenta de que no se trata de
una tarea puntual, sino que debe interiorizarse como forma de
trabajar.
Una
buena manera de conocer si la implementación está funcionando es
examinar cómo han evolucionado el tique medio, y sobre todo
el número de artículos por operación. ¿Existe una
evolución positiva o debe reconducirse la estrategia?
Podemos
realizar el análisis mediante una tabla de Excel o mediante el
listado de los artículos que hemos establecido como demanda junto
con los que hemos introducido como venta cruzada. Esto nos ayudará a
conocer la demanda que se ha producido del producto/servicio (las
posibilidades que hemos tenido) y las ventas efectivas que hemos
realizado. ¿Cuál fue nuestra tasa de eficacia?
Cuando
detectemos que un artículo no tuvo la salida esperada, deberemos
analizar el por qué. Por olvido, porque no se detectó la necesidad,
porque no se eligió el artículo apropiado para esa venta cruzada, o
porque no se asimiló la argumentación o no fue la más adecuada.
Los
resultados se analizarán conjuntamente con el equipo
para
poder mejorar y aportar alternativas, y por facilidad de
argumentación y/o reconocimiento del trabajo bien hecho y
felicitación si procede.
POSTDATA:
En
el contenido de la entrada un
pilar fundamental para implantar ventas cruzadas ha
sido (conscientemente) orillado: La
implantación de ventas cruzadas requiere formar al equipo sobre la
venta cruzada en
la farmacia. Pero esa cuestión... Esa cuestión requiere entradas
propias.
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