En
muchos libros de marketing se habla de la importancia de la venta
cruzada. La venta cruzada es una táctica de venta en la que
el vendedor, una vez tiene una venta segura, trata de vender más
productos o servicios relacionados con la venta inicial que su
empresa también comercializa.
Esta
táctica ya ha llegado a ser una nueva oportunidad, cuyo foco
estratégico se basa en ayudar al cliente a dar solución a otros
problemas o necesidades, que podría no conocer o haber olvidado.
Así,
por ejemplo, si nos solicitan una crema hidratante para las manos,
podemos señalar la importancia de una limpieza previa (con un
limpiador adecuado): “…debemos
limpiarlas con un jabón suave, agua tibia y a continuación secarlas
cuidadosamente. Después cada mañana se aplica una crema hidratante
específica para manos, con un masaje hasta el antebrazo, para
activar la circulación y reafirmar la piel…”
Entiendo
que básicamente hay 2 tipos de venta cruzada:
1.-
CROSS SELLING: Comprando un producto el cliente
decide añadir otro segundo al primero de modo que se complementan
ambos y refuerzan su valor añadido. Este modelo es fácil de
cuantificar (por ejemplo midiendo el tique medio, o el nº de
artículos por operación), y mejora la experiencia del cliente. Sin
embargo, requiere cierto nivel tecnológico. La compra se cruza de
forma inmediata, un ejemplo simple seria el cliente que viene por un
protector solar y añade el post-solar.
2.-
UP SELLING: Venta de un producto o servicio de gama más
alta al solicitado inicialmente. No se añade ningún producto o
servicio adicional, sólo se enriquece el elemento principal sin
que pierda su naturaleza. También va a requerir cierta inversión
orientada a la automatización de los procesos. Como ejemplo a ese
mismo cliente que nos ha solicitado un protector solar, se le ofrece
un test dermoanalizador, (podemos empezar por analizar su tipo de
piel para aconsejarle el mejor fotoprotector y recomendarle que
vuelva a la farmacia después de tomar el sol para que observe el
estado de hidratación de su piel). En este caso el cliente sólo se
lleva el fotoprotector (uno específico para sus características, y
quizá de gama más alta).
Lógicamente,
ambos tipos (cross selling y up selling) pueden darse
en la misma compra.
Ya
hoy en día, el 15% de la facturación se genera mediante venta
cruzada, mientras que al mismo tiempo se incrementa el beneficio
debido a que aumentan los ingresos manteniendo los costes fijos o
incluso el margen de los productos/servicios cruzados es superior al
del producto/servicio principal.
No
vamos a soslayar que uno de los objetivos de la gestión de ventas
cruzadas está dirigido a maximizar el valor medio por
transacción, al mismo tiempo que transformar productos
básicos (denominados por algunos: “commodities”) en
productos de alto valor añadido. Lo que resulta tremendamente
tentador.
Y
todo ello mientras la bajada de ingresos procedente de la
dispensación de medicamentos con cargo a la Seguridad Social, e
incluso retrasos e impagos de la misma, nos arrastra a buscar nuevas
formas de financiar nuestro negocio farmacéutico.
Sólo
espero
que no nos olvidemos al final del cliente,
y que la mayoría de ellos sólo quieren lo que buscan. Sería
interesante encontrar una manera que permitiera cuantificar dos
variables: la primera seria el beneficio generado por la venta
cruzada y la segunda el impacto negativo en la conversión que
tendremos si no somos muy cuidadosos,
si confundimos las necesidades reales de nuestros clientes con
nuestras necesidades, si no logramos que el cliente perciba que le
estamos aportando valor a su compra y no le estamos forzando a
comprar, si sale de la farmacia con la sensación de que le han
querido colocar un producto…, debido a que no hemos logrado que el
cliente note que nos preocupamos por él.
Al
final y como casi todo llegamos a la conclusión de que la venta
cruzada es y será positiva a largo plazo mientras sigamos viéndola
como una manera para satisfacer mejor a nuestro cliente, pero el día
que invirtamos la perspectiva y solo veamos una buena manera para
incrementar el tique de venta ya habremos iniciado un camino sin
retorno, una mañana nos despertaremos y nos preguntaremos porque en
el último año se ha incrementado el churn-rate
o tasa de rotación y ha bajado la tasa de conversión.
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