Alguna
vez se ha preguntado. ¿Cómo (un cliente) toma la decisión de
comprar? O ¿por qué debería importarle?
En
esta entrada trataremos sobre el proceso de toma de decisiones del
cliente. Pues saber utilizarlo adecuadamente puede mejorar
considerablemente su rendimiento en ventas.
EL PROCESO DE DECISIÓN DE COMPRA DEL COMPRADOR
Engel,
Blackwell y Kollat desarrollaron un modelo del proceso de decisión
de compra en cinco pasos. Todo cliente pasa por 5 fases a la hora
de realizar una compra: reconocimiento del problema/necesidad,
búsqueda de información, evaluación de alternativas para
solucionar ese problema y/o satisfacer esa necesidad, decisión de
compra y evaluación después de tomar la decisión de compra.
Vamos
a explicar cada uno de esos 5 pasos. Después hablaremos sobre cómo
ajustar el marketing en cada paso del proceso de toma de decisiones.
1.-
RECONOCIMIENTO (O CONSCIENCIA) DEL PROBLEMA/NECESIDAD
Este
reconocimiento es el desencadenante del proceso de toma de decisión.
Antes de embarcarse en un proceso de compra debe
reconocerse una necesidad funcional
(que la utilidad de un producto/servicio podrá satisfacer), o
una necesidad emocional
(el deseo de saciar un anhelo, o de obtener un placer). ¡SI
NO HAY NECESIDAD, NO HAY NINGUNA COMPRA!
Este
reconocimiento se produce cuando hay un desfase, una brecha entre
la situación real (el donde está), y la situación ideal y/o
deseada (el donde quiere estar), del consumidor.
Supongamos
que son las 23 h y tiene hambre. A la mayoría de la gente no le
agrada tener hambre, es probable que prefiera estar saciado ¿verdad?
Note
que en este momento aún no sabe cómo va a satisfacer su necesidad.
Sólo sabe que tiene una (sensación de hambre). A partir de
aquí, actuará para tratar de satisfacer su necesidad (o resolver
su problema: tiene hambre y no le agrada).
Hemos
puesto un ejemplo de necesidad funcional, pero podríamos poner un
ejemplo de necesidad emocional, por ejemplo un individuo que
cambió de móvil, por deseo de conformidad o de pertenencia a un
grupo social, por querer seguir las tendencias de moda o simplemente
debido a la alta visibilidad de ese modelo de teléfono proporcionada
por los medios de comunicación. (Por cierto, a mí me parecen
“razones estúpidas” para cambiar de móvil; pero para la persona
de nuestro ejemplo no lo son, no lo son en absoluto).
Planteemos
otro ejemplo: un individuo desea comprar un ordenador. Primero
(esta persona), ha debido percatarse de que su viejo ordenador no da
más de sí (le es insuficiente), o que para realizar ciertas tareas
requerirá una computadora. Ha caído en la cuenta de la necesidad
que tiene de tener un ordenador.
Estamos
diciendo que sin reconocimiento de necesidad/problema no hay
proceso de compra, en consecuencia, a la hora de plantearse
vender un producto/servicio habrá de responderse:
a).-
¿Quién tiene la necesidad/problema que el producto/servicio
satisface/resuelve? ¿Quién será el cliente?
b).-
¿Qué necesidad/problema le satisface/resuelve?
Y
seguidamente
comprobar
la existencia/presencia de esa necesidad/problema y que es
suficientemente doloroso como para que paguen
por satisfacer su necesidad o solucionar su problema.
2.-
BÚSQUEDA DE INFORMACIÓN
Una
vez identificada la necesidad/problema, ahora toca determinar que
proveedor y qué producto/servicio ofrece una solución.
Incluye
procesos internos (recuento de experiencias previas que haya
tenido con un producto o una marca y la opinión que pueda tener de
los mismos), y procesos externos (información obtenida a
través de: amigos y familiares, comentarios de otros consumidores,
sin olvidar, por supuesto, las fuentes oficiales como anuncios
publicitarios o el discurso de un vendedor).
Volvamos
a nuestros ejemplos: para nuestro hambriento amigo, una opción es
ir a la alacena o a la nevera, y prepararse algo. Pero quizá no
tenga un plato precocinado, ni ganas de cocinar. Otra opción puede
ser encargar comida, o salir a cenar fuera.
Está
planteándose encargar comida. El mes pasado encargó comida al hindú
de la calle de arriba (información interna: experiencia previa), un
amigo le ha recomendado una pizzería en el barrio (información
externa: amigo). Por otro lado, ayer encontró, en su buzón, un vale
para un restaurante mejicano (información externa: publicidad).
En
el caso del individuo que pretende comprarse un ordenador, comenzará
una investigación para conocer qué alternativas hay disponibles.
Visitará webs, blogs, foros o incluso tiendas físicas para conocer
la oferta disponible: características, diseño, precios, extras que
vienen con cada modelo…
Durante
el proceso de toma de decisión sobre la compra, el consumidor
prestará más atención a su información interna y a la información
obtenida de amigos, familiares u otros consumidores. Pues los juzga
más imparciales que un anuncio publicitario, el discurso de un
vendedor o un folleto comercial del producto/servicio.
3.-
EVALUACIÓN DE LAS ALTERNATIVAS
Una
vez recogida la información, el cliente comienza a evaluar las
diferentes alternativas que se le ofrecen, valora cómo y cuánto
se adecúan a sus necesidades y elegirá la que cree que es mejor
para él.
Implica
la formación de un conjunto de consideración (que se
denomina “conjunto evocado”), habitualmente 3-5
productos/servicios que considera muy adecuados y la evaluación de
los mismos en base a ciertos criterios (personales).
Además
existen: el “conjunto inepto” o conjunto de marcas o
productos/servicios que no tienen ninguna posibilidad de ser
adquirido por el comprador (porque él tiene una percepción negativa
o ha tenido una experiencia de compra negativa en el pasado). Y el
“conjunto inerte”, el grupo de marcas o alternativas sobre los
que el consumidor no tiene ninguna opinión específica.
Cuanto
mayor sea el nivel de participación del consumidor y la importancia
de la compra sea más fuerte, mayor será el número de soluciones
que el cliente va a considerar.
Por el contrario, el número de soluciones consideradas será mucho
menor para un producto de uso cotidiano o una compra rutinaria.
En
función de los criterios de evaluación: pros y contras,
características deseables o deseadas… agrupará las diferentes
alternativas disponibles y evaluará que alternativa tendrá más
probabilidad de satisfacerle.
A
nuestro hambriento amigo, no le gustó la comida del hindú, le
pareció muy picante y estuvo una parte de la noche con ardor de
estómago (el hindú no entrará en el conjunto de consideración).
La pizzería y el mejicano (que tiene buenas críticas en
Tripadvisor) sí.
En
cuanto al comprador del ordenador, tras su investigación se ha
quedado con unas cuantas alternativas (que cubren los requisitos y
los gustos personales que busca en un ordenador). En esta fase, aún
reducirá su “conjunto evocado” hasta 2 o 3 alternativas finales
que valorará más a fondo.
4.
DECISIÓN DE COMPRA
Tras
evaluar las diferentes alternativas disponibles para responder a su
necesidad, determina qué solución particular representa el mejor
valor por su dinero. Y a continuación, procede a la compra en
sí.
La
decisión dependerá
de la información y de la selección realizada en la evaluación de
alternativas, que está basada
en el valor que EL CLIENTE PERCIBE, y las características y
capacidades del producto/servicio QUE SON IMPORTANTES PARA ÉL.
En
caso de pretender lanzar un producto/servicio novedoso,
el conocer
qué les parece
(a los clientes potenciales) nuestra solución, si les satisface
nuestra
propuesta,
qué les gusta/disgusta, o
qué modificarían será crucial.
Y
tras escuchar sus opiniones, ver las que más se repiten,
evaluar qué modificaciones pueden hacerse sobre la propuesta
inicial, para después realizarlas, mostrarles (a continuación) las
modificaciones, y comprobar que nuestra nueva propuesta les gusta
y se aproxima a lo que exactamente están buscando, facilitará la
posibilidad de venta.
Por
otro lado, la decisión de compra también se puede ver afectada
por la experiencia de compra, la existencia de una promoción, o la
oportunidad de unas buenas condiciones de compra...
Tras
evaluar las opciones, nuestro hambriento amigo se decidió por
encargar una pizza. Además esa noche se emitía por TV un partido de
su equipo favorito.
Nuestro
segundo protagonista, una vez lo tuvo claro, compró el ordenador que
consideró que más le convenía.
5.
EVALUACIÓN POST-COMPRA
Una
vez el producto/servicio es adquirido y utilizado, el cliente lo
evaluará en base a sus expectativas previas.
¿Hizo la elección correcta al comprar este producto/servicio o no?
La
evaluación post-compra tiene importantes consecuencias pues
influye en futuras decisiones y conductas de compra.
Si
siente satisfacción con la compra (el producto/servicio cumplió sus
expectativas previas) el consumidor minimizará las etapas de y
búsqueda de información y evaluación de alternativas en sus
próximas compras, volverá a comprar la misma marca. En definitiva, se habrá
conseguido la lealtad del cliente. Una lealtad que es una fuente
importante de ingresos para la marca al sumar todas las compras que
hará el cliente a lo largo de toda su vida (el llamado “valor del
ciclo de vida del cliente”).
A
nuestro amigo, le sirvieron con rapidez una pizza, cuyo sabor le
gustó y el tamaño fue generoso, se sintió satisfecho con su
elección, y la próxima vez posiblemente repetirá el encargo.
Desafortunadamente,
el ordenador debió ser llevado un par de veces a la tienda porque no
funcionaba óptimamente, al estar en garantía la revisión no le ha
costado dinero. Sin embargo, el dinero es sólo una parte del coste
(que incluye ir a la tienda, o estar un tiempo sin computadora),
veremos qué ocurre cuando renueve su equipo.
Si
no cumple con sus expectativas, no repetirá la compra, el cliente va
a repetir las 5 etapas del proceso de decisión durante su próxima
compra pero excluyendo esta alternativa de su "conjunto
evocado". Además puede difundir mensajes negativos sobre el
producto/servicio.
Positiva
o negativa, los consumidores también podrán compartir su opinión
sobre la marca. En su familia o de boca en boca. O en una escala
mucho mayor ahora con las redes sociales o en producto de consumo
revisar páginas web. Una tendencia que no debe pasarse por alto
porque ahora con Internet, un cliente insatisfecho puede tener
un fuerte poder de hacer daño a una marca.
Cuando
la decisión de compra ha sido compleja y ha requerido una elevada
participación del comprador (por ejemplo cuando el artículo cuesta mucho dinero), la insatisfacción se transforma en
disonancia. La disonancia cognitiva es otra evaluación post-compra,
es una sensación incómoda (un sentimiento de culpa tras la compra)
por haber tomado una decisión equivocada. A menudo no es reflejo del
producto/servicio comprado, si no de los costes de oportunidad (qué
otras cosas podría haber hecho con el dinero que se gastó).
POSDATA:
Esta
entrada fue publicada originalmente el 21 de agosto de 2016 en el
blog “El rincón de Linimento.
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