viernes, 9 de febrero de 2018

La clasificación del surtido

Existen 2 variables a analizar y gestionar en torno al stock. Por un lado el surtido y por otro la rotación. De la primera de estas variables se desprende la necesidad de realizar compras inteligentes basadas en la selección de productos. Y de la segunda variable, la exigencia de estrategias que garanticen la efectividad en la exposición, y las promociones que estimulen el acto de compra.
EL SURTIDO Y SU GESTIÓN
El surtido es el conjunto de referencias (el conjunto de artículos) que un establecimiento ofrece a sus clientes. El primer paso a realizar en la gestión del surtido es la categorización de esos artículos, esta clasificación permitirá definir conocer y controlar no sólo los artículos que más vendemos para cada necesidad, sino que también nos permitirá conocer cuantas referencias diferentes trabajamos en la Farmacia para atender dicha necesidad.
Tener un conocimiento claro sobre nuestro surtido nos permitirá que la toma de decisiones en torno a los productos/servicios sea mucho más clara, pudiendo determinar cuáles de ellos son estratégicos y cuáles recomendados.
Pero, me estoy adelantando (incluso uso conceptos que aún no expliqué: referencias, categorías,…). En esta entrada aclararé esos conceptos explicando la clasificación del surtido.
LA CLASIFICACIÓN DEL SURTIDO
El surtido es el conjunto de referencias (el conjunto de artículos) que un establecimiento ofrece a sus clientes. Generalmente el surtido está expuesto en el punto de venta, para que el cliente potencial observe y tenga la mayor facilidad para elegir y adquirir el artículo que desea. No obstante, en la farmacia diferenciamos dos tipos de productos:
a).- Productos sujetos a prescripción médica.
b).- Productos que no necesitan prescripción médica para ser dispensados.
Los primeros se encuentran guardados fuera del alcance del usuario y no están expuestos.
La gestión del surtido sirve para conocer las existencias (stock) que conviene tener expuesto, tanto desde el punto de vista cualitativo como cualitativo, teniendo presente los siguientes aspectos:
a).- Tipología de los clientes clave.
b).- Imagen y prestigio que se quiera dar a la farmacia.
c).- Rentabilidad.
Antes de desarrollar la gestión del surtido es necesario conocer tres conceptos previos:
1.- Clasificación del surtido.
2.- Dimensiones del surtido.
3.- Cualidades del surtido.
CLASIFICACIÓN DEL SURTIDO
Clasificar el surtido consiste en ordenar todas las referencias que ofrece el establecimiento en una serie de niveles. La clasificación implica la formación de un arbusto que permita una rápida identificación de las referencias en el punto de venta.
A.- Departamentos
En la farmacia cabe diferenciar dos grandes departamentos:
a) Productos sujetos a prescripción médica.
b) Productos no sujetos a prescripción médica
Nos vamos a centrar en el segundo grupo, que es el único que va a tener espacio de exposición al público (y el único con interés real desde el punto de vista del merchandising).
B.- Categorías
Una “categoría” es un grupo de productos/servicios que los consumidores perciben como interrelacionados y/o sustitutivos en la satisfacción de una necesidad, entendiéndola en un sentido amplio. (Por ejemplo: sentirse más bella, productos para el niño, productos de higiene…).
Una relación algo exhaustiva de categorías en las que podemos clasificar a los artículos no sujetos a prescripción que se dispensan en la farmacia podría ser: Medicamentos publicitarios, higiene y cuidado corporal, cuidado capilar, cosmética, dietética y fitoterapia, solares, ortopedia, niños, e higiene y cuidado dental.
En este punto debo hacer tres puntualizaciones:
1.- Esta relación es sólo un ejemplo, sin duda cada uno puede tener su propia idea, que podrá coincidir sólo parcialmente, o diferir totalmente. He planteado una clasificación que me permita asignar distintas zonas del lineal a cada grupo de productos.
2.- La definición de categoría como “grupo de productos/servicios que satisfacen una necesidad concreta”, pueden llevar a concebir una categoría como agrupación de artículos en base a su finalidad o acción terapéutica. Así surgen categorías como acidez, dolor… he elegido no seguir este criterio porque obtendría un número elevado de categorías. Por ello, considero estos grupos (acidez, dolor…) más como subcategorías o incluso como familias.
3.- Buscando la complementariedad de los productos en la exposición (de manera que se produzcan conjuntamente compras por impulso y ventas cruzadas), pueden crearse categorías centradas en grupos de consumidores como: deporte, hombre, embarazadas, salud sexual, cuidado del mayor, etc. Donde los productos destinados a estos colectivos se reúnen en un área delimitada. Esta es la base del denominado “merchandising de seducción”.
C.- Subcategorías
Son divisiones vinculadas a una categoría, y que pueden ser clasificadas en función de múltiples criterios. Una categoría puede contener varias subcategorías, o ninguna.
Un ejemplo: Las subcategorías existentes dentro de la categoría higiene y cuidado corporal podrían ser: geles de baño, cremas corporales, anticelulíticos y antiestrías, manos, pies, higiene íntima, etc.
Otro ejemplo: en la categoría de medicamentos publicitarios se puede diferenciar las siguientes subcategorías: aparato respiratorio, aparato digestivo, metabolismo, terapia dermatológica, aparato locomotor, sistema nervioso…
Otro tipo de subcategorías que se acostumbra a emplear en las farmacias (especialmente en cosmética, o en cuidado corporal…), son las marcas comerciales. En estas categorías resulta especialmente interesante respetar la marca, pues son productos que despiertan gran fidelidad a la marca y venden imagen.
D.- Familias
Corresponden a una serie de artículos que responden a una misma necesidad genérica. Por ejemplo, dentro de la subcategoría “aparato respiratorio”, se puede distinguir las siguientes familias: antigripales, antitusivos, mucolíticos y expectorantes, bucofaríngeos, descongestivos nasales… Y en la subcategoría “aparato digestivo”: antiácidos, gases, laxantes, antidiarreicos…
Otro ejemplo: dentro de la subcategoría “pastas y colutorios” (en la categoría higiene dental), pueden crearse las familias: dentífricos convencionales, dentífricos antisarro, blanqueadores, para encías sensibles, para sensibilidad dental, para pacientes con ortodoncias, etc. El criterio de subdivisión a utilizar debe ser aquel que dé una información tal que el cliente clave se encuentre cómodo.
E.- Referencias
Son los artículos específicos comercializados en un punto de venta. Una referencia satisface una necesidad específica. Habrá tantas referencias como marcas, tamaños, envases, etc. haya en el establecimiento.
No lo olvide: La clasificación del surtido permite controlar la gestión económica, del stock y del almacén. Proporciona la correcta implantación y colocación de los productos y orienta al cliente dentro del espacio del establecimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario