lunes, 5 de febrero de 2018

Veinte lecciones de @susitravel sobre ventas cruzadas en farmacia

No es posible plantearse escribir un blog sobre ventas cruzadas en farmacia y no mencionar a Asunción María Martínez Melero ( @susitravel ), compañera, amiga, y sobre todo maestra.

He escogido 20 de las lecciones que aprendí en su blog (@Susitravel no tiene blog). Lecciones que van a encontrar de forma explícita, o de manera implícita, muchas veces a lo largo de estas entradas. Recorreré la misma senda que ella, incluso (cuando llegue la ocasión) reescribiré sus famosas tablas, aunque ensacharé ese camino y transitaré por algún ramal secundario de interés.

Con las 20 lecciones escribo estas líneas, como insoslayable muestra de admiración y homenaje.

Comencemos:

LECCIÓN 1:

En la venta cruzada, cuando les ofrecemos productos/servicios complementarios a lo que vienen a buscar, no les “enchufamos” o endosamos artículos extras. Sino que cubrimos, satisfacemos una necesidad, descubierta a través de las preguntas que hemos realizado. Una vez identificada, aconsejamos, de forma personalizada, la mejor solución, que puede ser o no otro artículo.

LECCIÓN 2:

La venta cruzada es un taburete. Tres patas son:

a).- Preguntar para descubrir las necesidades del paciente.

b).- Conocer el producto/servicio que ofertamos, y

c).- Saber argumentarlo.

La cuarta pata es conocer el producto de la competencia. Pues si no conocemos características, beneficios y ventajas potenciales de la competencia nos veremos indefensos ante los clientes, que tienden a hacer comparaciones entre unos y otros.

LECCIÓN 3:

Las necesidades son como la energía, ni se crean ni se destruyen, ¡están ahí! Nosotros no vendemos nada “de más”, sino que identificamos una necesidad (haciendo las preguntas oportunas) y explicamos al cliente cómo la podrá satisfacer (argumentando la venta).

LECCIÓN 4:

Vender es contagiar entusiasmo. Un buen comienzo para lograrlo es con una sonrisa, pues generaremos predisposición positiva.

LECCIÓN 5:

Es tan importante la recepción del paciente (saludar, si se puede por su nombre, mirar a los ojos…), como la evolución de la venta y la finalización. Cada paciente es único y, ¡deberíamos hacerle sentir eso!

LECCIÓN 6:

La atención que dispensemos al cliente (sonriéndole, llamándole por su nombre, preguntando y escuchándole, estando pendientes de lo que le preocupa, no tratando de venderles productos, si no soluciones, aportando opciones ante las objeciones…), es lo que conseguirá una experiencia de compra casi irrepetible, que fidelizará al cliente.

LECCIÓN 7:

Cuando nos vengan pidiendo algo concreto, preguntémosles ¿para qué lo quiere? (si es un dolor de cabeza, un dolor muscular…). En caso de que nos mire raro le diremos que es para aconsejarle el mejor producto/servicio para su necesidad/problema, pues puede que el que nos solicitó no lo sea. Llegados a este punto, el cliente nos escucha y nos cuenta.

LECCIÓN 8:

¡Preguntar, preguntar y preguntar! Si no preguntamos no sabremos a que problema nos estamos enfrentando. Si no preguntamos, no podremos argumentar la venta. Si no preguntamos, podemos equivocarnos por prejuzgar.

Preguntar es la base. De una venta cruzada y desde luego de una dispensación como toca: informada. Porque preguntar es lo que nos descubre las necesidades de nuestro cliente.

LECCIÓN 9:

El argumento de una venta se divide en tres partes: las características, las ventajas y el beneficio.

Las características y las ventajas son algo intrínseco, que posee el artículo. Podemos incluso leerlas en el prospecto, o en la caja. Son los mismos para todo el mundo.

El beneficio en cambio es algo personalizado, es único. Un beneficio hace, sirve, provoca algo en el paciente/cliente. El beneficio reside en el paciente/cliente, no en el producto/servicio. Este será nuestro centro de venta. ¡Fijémonos más en el paciente/cliente y menos en el producto/servicio! ¡Tengámoslo claro! ¡Vendemos soluciones!

LECCIÓN 10:

¡Conocimiento!: Si no conocemos el producto/servicio que ofertamos, sus características y ventajas; poco podremos hacer para argumentarlo. Por mucho que sepamos qué es lo que necesita el paciente/cliente; sino conozco que productos/servicios tengo en la farmacia que puedan satisfacerle, no vale de nada el esfuerzo.

LECCIÓN 11:

El valor de un artículo no es intrínseco, sino que es algo que le otorgamos.

No nos centremos en el producto/servicio (en las características). Si queremos que tenga valor, hemos de cargarlo de propiedades y utilidades (de beneficios). Para ello escuchemos al paciente, qué necesita, qué quiere, qué busca…

Después escogeremos cuál de los artículos que ofertamos le vamos a sugerir y explicaremos cómo satisfará su necesidad.

LECCIÓN 12:

Un argumento es una razón que damos para defender por qué le ofrecemos este producto/servicio y no otro. Un argumento debe ir cargado de información útil para ese paciente/cliente concreto.

Un argumento no es un monólogo de cinco minutos; son un par de frases, directas y claras, contando los beneficios de ese producto/servicio para la necesidad/problema que se nos plantea.

LECCIÓN 13:

Eliminemos de nuestro vocabulario (y más en un argumento); frases vacías de contenido, que utilizamos a diario, pero que no trasmiten nada. Frases como: “va bien, “es muy bueno” “se lo llevan mucho” “es fenomenal” “es una gran marca”… ¡No aportan interés!

LECCIÓN 14:

Vendemos soluciones no artículos. Nosotros preguntamos y escuchamos al paciente/cliente y le ofrecemos lo que necesita. La base de todo no es el producto/servicio sino el paciente/cliente.

LECCIÓN 15:

Y si se duda sobre qué consejo o recomendación se debe aportar habrá que buscarlo.

LECCIÓN 16:

Sobre son las objeciones. Es normal que aparezcan y, en contra de lo que se suele pensar, son buenas, porque son una señal de que nos han estado escuchando. Además, denotan que el paciente/cliente tiene interés. No pasa nada si surge una o varias objeciones, simplemente tenemos que estar preparados o para saber deshacerlas.

LECCIÓN 17:

Recordar las indicaciones o el modo de empleo, no es agresivo. Hace ver que se ha estado escuchando. Las cosas no son tan obvias como pensamos. Recordar esas advertencias/indicaciones al final de la venta es parte de nuestro trabajo. No demos las cosas por sabidas y entendidas si no lo hemos explicado. Nunca nos excusemos de dar una recomendación diciendo eso de “es que el paciente ya debería saberlo”. El paciente sabe lo que le contamos. Expliquémosle que la pastilla efervescente se disuelve en medio vasito de agua, o que el jarabe hay que prepararse rellenando de agua hasta la marquita y debe conservarse en la nevera; que el comprimido vaginal no se come, que el colirio al mes hay que tirarlo… ¡Pero hemos de hacerlo al final de la venta!, tras el cierre.

LECCIÓN 18:

Aunque sólo se consiga una de cada 20 ventas cruzadas, los 20 pacientes/clientes sabrán que su farmacéutico/a se preocupa por su salud. ¡Ello nos aporta valor!, y por lo tanto fideliza la clientela.

LECCIÓN 19:

Con las ventas cruzadas el beneficiario siempre es el paciente/cliente. Ya que al preguntarle entendimos el problema/necesidad que nos planteó. Además esa información puede dar sus frutos: con un detalle podemos distinguirnos. Por ejemplo si se va de viaje, y se ha llevado fotoprotector pero no postsolar, podemos recordarle recomendaciones sobre exposición al sol. Hay miles de detalles que podemos realizar a diario gracias al conocimiento obtenido preguntando.

LECCIÓN 20:

Y recordemos: argumentar una venta es dar soluciones al problema del paciente/cliente.

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