Comienza la época de alergia. Usamos
cartelería para recordarlo, e incluso hemos colocado un escaparate sobre
rinitis alérgica.
Vamos a desarrollar un protocolo
de actuación que permita a nuestro equipo:
1.- Dar el mejor
consejo/recomendación para esta necesidad.
2.- Dispensar de forma proactiva.
3.- Detectar e identificar
necesidades no explicitadas (quizá pasadas por alto), que pueden dar pie
a mejorar la satisfacción del usuario, a través de una venta cruzada
Si nuestro equipo conoce bien el
protocolo sabrá cuál será el mejor consejo para cada situación, nuestra
farmacia ganará en prestigio, y además, esa dispensación proactiva hará (a
medio-largo plazo) que la facturación suba de manera notable.
Nuestro protocolo se basa en plantearnos
y respondernos 4 preguntas:
1.- ¿A quién me dirijo? (Cuál
es el perfil del cliente)
2.- ¿Qué preguntas le tendré que
hacer? (para conocer cuáles son sus necesidades reales y permitir hacerlas
explicitas)
3.- ¿Qué conocimientos (como
profesionales sanitarios) poseemos sobre esta necesidad (patología,
problema…)?
4.- ¿Con qué argumentos acompañaremos
cada sugerencia/recomendación (cada producto/servicio que podemos ofertar)?
Todo este trabajo oscuro, que el
paciente/cliente no conocerá, nos permitirá tener un guión para después
desarrollar una conversación ágil que permita despertar el interés, e
incluso el deseo de nuestro paciente/cliente.
1.- ¿A QUIÉN ME DIRIJO?
Probablemente podamos hallar 2
perfiles diferentes de clientes:
a).- Jóvenes de 25-35 años, que
comienzan a experimentar síntomas y acuden a la farmacia porque le supone
un problema. Les limita para su trabajo, (por ejemplo: trabajan ante una
pantalla de ordenador y uno de los síntomas de la rinitis alérgica, el picor
ocular, sumado al esfuerzo visual les resulta muy molesto), o para sus
actividades de ocio (por ejemplo: irse al campo durante el fin de semana).
b).- Pacientes que rozan los
60-65 años, que nunca habían tenido estos problemas, pero que en los
últimos años empezaron con rinitis alérgicas severas que les incapacita. En
estos pacientes también pueden aparecer patologías crónicas (HTA, diabetes…), o
incluso algún tipo de alergia que puede requerir derivación a su médico.
Nos centraremos en el primer tipo de
pacientes, porque el paciente mayor suele acudir primero al médico (vienen
buscando medicamentos que le cuesten la menor cantidad de dinero posible).
El paciente joven, por el contrario,
no desea perder su tiempo en ir al médico por una patología, que hasta
ahora había considerado menor. Viene a la farmacia y quiere una solución poco
menos que inmediata.
2.- ¿QUÉ LE PREGUNTAREMOS A ESE
CLIENTE CON SINTOMAS DE RINITIS ALÉRGICA? (en palabras de Asun Arias: ¿Cuáles son las
“preguntas poderosas”?)
La primera pregunta que le haremos
es ¿qué síntomas tiene?, ¿ha tenido fiebre?, ¿picor?...
Estás preguntas tienen por objeto descartar
que el paciente tenga un resfriado, y confirmar que efectivamente
estamos ante una rinitis alérgica.
Porque un síntoma como el picor de
ojos es característico de la rinitis alérgica, mientras que una sensación
general de dolor, malestar, abatimiento es propia de un resfriado.
Si el paciente refiere 2 o más de
los síntomas siguientes durante más de una hora casi todos los días será
alergia:
Prurito con o sin conjuntivitis.
Rinorrea anterior acuosa.
Estornudos, especialmente en salvas.
Congestión nasal.
A continuación preguntaremos por la
duración de estos síntomas: ¿cuánto tiempo lleva con estos síntomas?
Si lleva más tiempo con
síntomas de lo que suele durar un resfriado (10-14 días) eso nos indica
que se padece alergia.
Otra pregunta que permite descartar
el resfriado es: ¿cómo han aparecido los síntomas?, ¿bruscamente?
Si se ha levantado normal, y al
salir a la calle, ¡PLAF! Aparecieron los síntomas, o si en la calle tenía
molestias, pero al entrar a su trabajo (en un sitio cerrado) ya no, o ayer (que
estaba lloviendo) estaba bien, pero hoy (que salió el sol) tiene síntomas…
¡Está claro!, es alergia. Mire a los ojos de su paciente/cliente, probablemente
los verá lagrimeando… ¡Porque tiene alergia!
Otras preguntas que también habremos de realizar
son: ¿ha probado algo para esos síntomas? Así se podrá evitar recomendar
un producto que ya ha sido probado sin éxito por el paciente. ¿Utiliza
descongestivos nasales de forma habitual?, ¿cómo es su estilo de vida?,
¿trabaja de noche?, ¿tiene problemas para dormir?
Otras preguntas que se debería
realizar son: ¿Tiene alguna alergia?, ¿alguna habitual de la primavera?,
¿hay algún factor predisponente (alérgenos irritantes como: pinturas, productos
químicos, productos de limpieza, cloro…)?, ¿es alérgico a algún medicamento?...
Y también: ¿padece alguna patología crónica (HTA, diabetes, cardiopatía,
asma, hipertiroidismo o glaucoma)?, ¿qué medicación toma habitualmente?
Pues hay medicamentos que pueden producir rinitis.
Por cierto, no vamos a someter a
un interrogatorio encadenando todas estas preguntas, para saber cómo
preguntar les recomiendo la lectura de entradas como: “errores del vendedor al
preguntar” o “preguntar de forma organizada” o “los tipos de preguntas en la
fase de sondeo” (que serán publicadas próximamente en este blog).
3.- CONCEPTOS SOBRE LA RINITIS
ALÉRGICA Y SU TRATAMIENTO
A la hora de explicar a los
pacientes el tratamiento de esta patología, lo primero que debe recordárseles
es minimizar en la medida de lo posible el contacto con el alérgeno (principalmente
pólenes, ácaros y animales), de manera que ese contacto no sea suficiente para
desencadenar los síntomas.
Para ello, seguir algunas medidas
preventivas y realizar pequeñas modificaciones en los hábitos de vida es muy
positivo para mejorar los síntomas.
Algunas recomendaciones que el
farmacéutico debe transmitir al paciente son las siguientes:
· Si el alérgeno es un polen,
averiguar la planta y su época de polinización.
· Cerrar las ventanas en las horas
que haya sol, abriéndolas tras el atardecer. Utilizar aires acondicionados que
dispongan de filtros.
· Mantener cerradas las ventanillas
cuando se viaja en coche y poner filtros al aire acondicionado en el automóvil.
· Intentar no realizar o disminuir
las actividades al aire libre entre las 5 y las 10 h (porque a esta hora es
cuando se produce la mayor emisión de pólenes) y de 19 a 22 h (período de
descenso del polen desde lo alto de la atmósfera al enfriarse).
· En la medida de lo posible,
permanecer el mayor tiempo posible dentro de casa durante los días de mayor
concentración de pólenes. Durante el período álgido de polinización evitar
salir, sobre todo los días de viento.
· Seguir la evolución de los
recuentos de polen, que pueden encontrarse con facilidad en varias páginas web,
entre otras la del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de
Alergología e Inmunología Clínica (http://www.polenes.com/) y
la de la Red Española de Aerobiología (http://www.uco.es/rea/pol_abierto.html), en las
que encontraremos datos de España y Europa.
· Evitar cortar el césped y tumbarse
en él.
· No secar la ropa en el exterior
durante los días en que los niveles de polinización son altos, pues los granos
de polen pueden quedarse atrapados en ella.
· Limpiar o cambiar con la
frecuencia que determine el fabricante los filtros del aire acondicionado,
tanto en casa como en el coche.
· Utilizar siempre gafas de sol en
el exterior y, si es posible, tomar las vacaciones durante el período álgido de
polinización y elegir una zona libre de pólenes (por ejemplo la playa).
Por otra parte, entre las
recomendaciones indicadas en personas alérgicas a los ácaros se encuentran las
siguientes:
· Ventilar y mantener seco el
dormitorio. Intentar que el habitáculo permanezca a temperaturas bajas, puesto
que los ácaros se reproducen en ambientes por encima de los 24ºC y con humedad
superior al 50%.
· Utilizar colchones y almohadas de
fibra sintética.
· Evitar el uso de libros, pósteres,
cortinas y tapicerías; no utilizar moquetas.
· Retirar peluches y muñecos.
· Las superficies deben ser
aspiradas frecuentemente. Si no pudiera ser, utilizar un paño ligeramente
húmedo para captar el polvo.
· No son recomendables los animales
domésticos de pelo o pluma.
· Cuando el paciente llegue a una
vivienda no ocupada durante un largo periodo, será importante ventilar bien
todo el habitáculo.
También es importante conocer estas
medidas:
· Si el alérgeno es el pelo de una
mascota, lo más eficaz es no tener mascota en casa, pero, si se tiene, debemos
impedir que entre en los dormitorios. Además, deberemos bañar a la mascota por
inmersión y aspirar todas las superficies.
· Evitar los productos irritantes
(pinturas, agentes químicos, cloro) y el humo del tabaco de su entorno.
· Realizar ejercicio físico, puesto
que favorece la vasoconstricción.
· Realizar una dieta equilibrada y
una ingesta de líquidos adecuada.
· Evitar los cambios bruscos de
temperatura.
· Mantener el ambiente húmedo.
· Realizar lavados nasales por lo
menos tres veces al día.
En cuanto a los posibles
tratamientos contra la rinitis alérgica tenemos: desensibilización o
inmunoterapia, fármacos para tratar los síntomas y coadyuvantes.
En la próxima entrada hablaremos sobre el tratamiento
de la rinitis alérgica y
finalizaremos este protocolo de venta cruzada en rinitis alérgica con el
argumentario para los diferentes artículos que desde la farmacia podemos
ofrecer al paciente de rinitis alérgica.
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