Ya
hemos dedicado entradas a las diferentes alturas dentro del lineal, y
a la existencia de zonas frías y calientes en la farmacia. Sin
embargo, ¿qué sucede con la colocación de producto en el lineal?
Entendemos por
lineal a todo el espacio destinado en un punto de venta a
la exposición de productos. En la farmacia este espacio está
compuesto por las estanterías, las vitrinas, las góndolas, los
soportes y los accesorios donde exponemos los productos que
pretendemos que el cliente adquiera.
También es
palmario que una adecuada gestión del lineal potenciará la
rentabilidad de la farmacia.
Nuestro objetivo
va a ser “poner en contacto el máximo número de productos, con el
máximo número de clientes, el mayor tiempo posible”.
Desgraciadamente, la farmacia dispone de un espacio limitado y una
gran variedad de productos. Lo que hace necesaria una adecuada
gestión del lineal.
A la hora de
gestionar el lineal es importante tener en cuenta:
1.- Debemos
desterrar la concepción la concepción del lineal como una extensión
del almacén de la farmacia. Debemos tener claro que la
función de las estanterías, las vitrinas, las góndolas… NO es el
almacenaje de producto sino facilitar a nuestros clientes el
acceso a los productos.
2.- Es palmario
que no podemos exponer todos los productos que tenemos en la
farmacia. No hay espacio suficiente, ni será suficientemente
rentable exponerlos todos.
3.- No puede
orillarse que a mayor espacio de exposición, mayor posibilidad de
venta, ni que existen zonas (donde hay más flujo de
personas) en las que los productos tiene más posibilidades de
ser comprados.
Así, la gestión
del lineal se basa en responderse 2 preguntas básicas:
a).- Dónde
expondré cada referencia.
b).- Cuánto
espacio asignaré para su exposición. La correcta asignación del
espacio es una de las herramientas de venta con que cuenta el
responsable del establecimiento.
Pero, a la hora
de contestar esas 2 preguntas, no olviden estás reglas:
1.- SÓLO
EXPONER LOS PRODUCTOS QUE SE VENDEN
Cuanto mejor
gestionemos el espacio de exposición más rentable será nuestra
farmacia. El colocar (en el lineal) productos de baja o nula
rotación, o un exceso de referencias reduce la rentabilidad.
Las baldas han
de estar ocupadas por aquellos productos que se venden. Un producto
que no se vende ocupando un sitio en nuestro lineal nos hace perder
dinero.
Cuando se plantea
esto en una farmacia, la respuesta acostumbra a ser: ¿y qué pasa
con la crema Tal que nos compra Dª Fulanita? ¿Lo he de
dejar de tener? La respuesta es NO, pero no hace falta que esté en
el lineal. Un producto del que vendemos una unidad al mes para un
cliente específico lo podemos tener en la rebotica. En el lineal nos
está quitando un espacio muy valioso.
Empleamos el
lineal para potenciar los productos susceptibles a la venta
imprevista, recordada o de impulso. Por ejemplo: en
primavera-verano exponemos solares en un lugar preferente para que
además de aquellos clientes que entran en la farmacia con intención
de adquirirlos, otros clientes (que fueron a comprar otros
productos), al verlos expuestos los adquieran, al recordar que lo
precisan o por probar una nueva marca que no conocen.
Por el contrario
los productos propios de la venta prevista los podemos tener
guardados. Por ejemplo, un medicamento especifico no se vendería
más aunque lo colocáramos en un lugar preferente ya que necesita
receta y solo es útil para un porcentaje muy bajo de nuestros
clientes.
2.- UN PRODUCTO
QUE SE VE, SE VENDE MÁS QUE UN PRODUCTO QUE NO
Puede que en
nuestro establecimiento haya determinados productos que interesen a
algunos clientes, sin embargo finalmente no los adquieren porque no
los vieron. No todo el mundo pregunta cuando no encuentra algo.
Tampoco ha de soslayarse que se realizan compras no previstas (por
hallar una oferta, recordar la necesidad al ver el producto, o
simplemente por impulso). Por ello es importante la presentación
adecuada para cada artículo que se ofrece.
Dado que existe
un umbral de percepción mínimo de 20-25 cm, para que el cliente
se percate de la exposición del producto. Una exposición óptima
rentable debería ocupar 3 “facings” o
unidades en la primera línea. Salvo que sean productos muy
anchos o muy estrechos, 3 es el número adecuado para que el producto
sea percibido con claridad y no se desaproveche espacio. Recuerde que
si baja de ese umbral puede que el producto no sea percibido.
Por otro lado,
existe una relación entre la cantidad de producto expuesto y las
ventas producidas por la exposición. La venta aumenta con el
número de facings. Hasta alcanzar un límite
por el cual no hay incremento de ventas.
Si disponemos de
60 cm de lineal para, por ejemplo, crema de manos es mejor tener
varias unidades de una o dos referencias que tener una o dos unidades
de 5 o 6 referencias. Hemos de pensar que si escogemos solo dos
referencias el producto se verá mejor y nuestros clientes
identificaran mejor el producto. Además, si tenemos menos variedad
compraremos más unidades de cada, y probablemente lo podamos
adquirir a mejor precio y venderlo mejor.
3.- ES
IMPRESCINDIBLE COLOCAR LOS PRODUCTOS DE TAL FORMA QUE ESTÉN LO MÁS
ACCESIBLES A LOS CLIENTES QUE ESTÉN INTERESADOS EN ELLOS
Pues un producto
accesible se vende más que uno que no lo está. Un producto que
el cliente coge ya se ha vendido en un 50%. De tal suerte, hay
que despejar al máximo el camino entre el producto y el cliente,
es decir, han de eliminarse todas las barreras que dificulten el
contacto real del cliente con el producto, por ejemplo las vitrinas.
Cuanto más
aproximamos el producto al cliente más fácil será la venta. La
principal contrapartida es que habrá mayor número de hurtos y
desapariciones (lo que es un problema logístico ya que el objeto
hurtado no estará dado de baja). Para tratar de paliar las
consecuencias pueden situarse en la proximidad de la salida los
productos más baratos, o cajas sin el producto (que deberá
solicitar en el mostrador), o poner arcos detectores o cámaras
grabadoras.
En el próximo post finalizaremos la planificación de la exposición en el lineal, aportando otras 3 reglas y un consejo a tener en cuenta.
En el próximo post finalizaremos la planificación de la exposición en el lineal, aportando otras 3 reglas y un consejo a tener en cuenta.
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